El diario oficial cubano Granma acusó ayer en un artículo a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de no conformarse con su cargo, sino de querer "a toda costa convertirse en la principal cabecilla en la capital española de la mafia y los terroristas cubanoamericanos asentados en Miami".
Para el rotativo, Aguirre, a la que califica de "discípula del derechista José María Aznar", desea "seguir los pasos" del ex presidente "en el empeño frustrado de atacar a Cuba y hacer de sus agresiones a la isla un medio de promoverse", refiriéndose así al apoyo de la jefa del Ejecutivo madrileño a una concentración convocada en la capital el 1 de febrero contra el régimen castrista.
Después de preguntarse cuántos "gatos" asistirán a esta protesta, Granma considera que a Aguirre "se le ha agravado su mal anticubano y no ha dejado un solo momento de lanzar dardos envenenados" hacia la isla. Además, indica que "las fuentes concuerdan que Aguirre ha recibido importantes sumas de dinero de la debilitada mafia cubanoamericana de Miami", la cual, añade, ve a la presidenta de la Comunidad como su "portavoz en Europa, como lo fue Aznar cuando fue mandatario de España entre 1996 y 2004".
Ante estas acusaciones, Aguirre ha enviado una carta al ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para condenar la "inadmisible actitud" de la embajada cubana hacia su postura contraria al régimen castrista y para exigir "las rectificaciones correspondientes". Así lo indicó ayer el vicepresidente de la Comunidad, Ignacio González, tras el Consejo de Gobierno semanal, quien indicó que no entiende que se le haya llamado "jefa de la mafia de no sé donde" a una presidenta que ha sido "elegida democráticamente".
Por ello, informó de que Aguirre se ha dirigido por escrito al ministro Moratinos para denunciar estos hechos y pedirle que los condene y exija "las rectificaciones correspondientes" dada la gravedad de los insultos.
