El Gobierno de Cuba anunció ayer "restricciones" al consumo de los cubanos como una de las medidas para paliar el impacto de la crisis internacional en la deteriorada economía de la isla, según informaron ayer los medios oficiales. "Habrá restricciones en el consumo" debido a la crisis, afirmó el ministro cubano de Economía y Planificación, Marino Murillo, quien añadió que "no se va a quedar nadie desprotegido", según publicaron ayer domingo dichos medios de comunicación.
El ministro Murillo también advirtió de que el crecimiento económico del 6% que se planteó el Gobierno cubano para 2009 "no se va a lograr", y que ahora sólo espera "2,4 ó 2,5%".
Los medios informativos de la isla, todos oficiales, llevan semanas destacando malas noticias económicas, como bajas en los ingresos por exportaciones, turismo y remesas, y califican de muy grave la crisis económica y la falta de liquidez del país.
El diario Granma, portavoz del gobernante Partido Comunista, anunció que la situación es de "ahorro o muerte", parodiando el lema del ex presidente Fidel Castro de "patria o muerte".
El Gobierno anunció la pasada semana "medidas excepcionales" desde el próximo 1 de junio para reducir el consumo de electricidad y advirtió que recurrirá a los apagones de no lograr ese objetivo.
Murillo apuntó que la situación se podrá amortiguar "sólo con la eficiencia y el ahorro", y añadió que "el apagón, por ejemplo, puede evitarse en los próximos meses si se cumplen las medidas" para frenar el consumo en las entidades estatales.
Muchos cubanos temen que vuelvan los peores años del "periodo especial", eufemismo con el que llaman a la aguda crisis en que cayeron cuando se hundió hace casi dos décadas el bloque soviético, entonces principal proveedor del único Estado comunista de América.
Esa crisis, que en gran parte continúa, incluyó restricciones de combustibles y apagones programados de hasta diez horas al día. La penuria crónica de los cubanos ha empeorado en el último año por las repercusiones de la crisis mundial, las pérdidas de 10.000 millones de dólares que causaron tres huracanes en 2008, la merma de la exportaciones y el aumento del costo que suponen las importaciones que realiza el Gobierno.
