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Cuba cambia casi a escondidas con las reformas de Raúl Castro

Algo está cambiando en Cuba. Lo hace poco a poco, sin grandes aspavientos, pero en los dos meses que lleva Raúl Castro como presidente se han producido avances evidentes. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 03:45 h.

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Algo está cambiando en Cuba. Lo hace poco a poco, sin grandes aspavientos, pero en los dos meses que lleva Raúl Castro como presidente se han producido avances evidentes. Es una una revolución tranquila y silenciosa, casi a escondidas.

Raúl Castro cumplió el jueves dos meses como presidente de Cuba, tiempo que ha dedicado a eliminar prohibiciones impopulares, aplicar conceptos económicos distintos y dejar claro su continuismo en lo político y que su perfil como gobernante está lejos de las cámaras de televisión.

Fiel al estilo que caracterizó sus 19 meses como presidente provisional del país, cuando la enfermedad obligó a Fidel a delegar sus cargos el 31 de julio de 2006, Raúl ha hecho del silencio una forma de gobierno y ha desterrado en la memoria de los cubanos los largos discursos de su hermano.

Como contraste a esta imagen clásica, y salvo intervenciones puntuales, Raúl Castro no se ha prodigado en actos públicos y las explicaciones para su política hay que seguir buscándolas en el discurso de asunción del mando del 24 de febrero, cuando prometió desmontar el "exceso de prohibiciones" que hay en Cuba, empezando por "las más sencillas".

En silencio han ido llegando medidas de ese cuño, como el levantamiento de las restricciones a la compra de electrodomésticos como ordenadores o reproductores de DVD y la abolición de la prohibición a los cubanos de entrar en hoteles. La autorización a dar de alta líneas de telefonía móvil sí se hizo noticia mediante un comunicado de la compañía telefónica estatal (Etecsa) en la prensa oficial y las reformas en el sector agrícola fueron difundidas por la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).

Centrado casi exclusivamente en dar respuesta a los problemas económicos, Raúl Castro ha hecho del campo un foco de revisión estructural y conceptual, y del centralismo y la burocracia las primeras víctimas. Apoyado en la entrega de tierras en usufructo a cooperativas y particulares dispuestos a trabajarlas, la descentralización, el aumento de precios a productores y un plan de desarrollo agrícola para entregar suministros, Raúl busca reanimar el campo para reducir la gran dependencia externa de los alimentos.

Ganar tiempo. Un analista occidental cree que Raúl ha puesto en marcha "reformas para evitar la futura caída del régimen", y subraya que aunque algunos puedan considerar "cosmético" el levantamiento de prohibiciones puntuales, estas medidas son una forma de "ganar tiempo para poder preparar las reales". "Estamos viendo un modelo que se ajusta o reforma lentamente y con un esquema de poder único, con características propias de Cuba", agregó otro observador.

El elogio a la crítica en "el lugar adecuado, en el momento oportuno y de la forma correcta", y el recurso a la respuesta represiva cuando es realizada desde la disidencia, confirmaron el continuismo en la línea política.

Mientras que en el Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba se cargaba contra el "desfase" entre la política cultural del Gobierno y la población, o el mal estado de la educación en un ejercicio aplaudido por Raúl Castro, las Damas de Blanco se toparan el lunes con el aparato de respuesta del Gobierno. Tal vez la única novedad fue la ruptura del tradicional silencio oficial sobre este tipo de episodios.

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