Juan Manuel Blanco, coordinador de la asociación, muestra una de las instalaciones en el patio de un vecino. / Pepo Herrera
Cultivar verduras y hortalizas no ya sin abono ni fertilizantes sino sin tierra, simplemente con las raíces plantadas en el agua. Eso sí, un agua especialmente enriquecida con las bacterias que generan los excrementos y restos de comida de los peces tilapia, un tipo de pescado blanco mediterráneo. Esta novedosa técnica de agricultura ecológica está siendo ensayada por la Asociación de Agricultura Ecológica Verdes del Sur, formada por vecinos del Polígono Sur que colaboran con la Universidad de Sevilla en un proyecto piloto de Acuaponia que así se llama el invento que ya está dando su segunda cosecha, principalmente de tomates y pimientos, tras una primera de otoño a base de acelgas, rábanos y espinacas.
La asociación comenzó con este proyecto, pionero en Sevilla, hace menos de un año, a propuesta de los profesores del Departamento de Ciencias Agroforestales de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica Victor Manuel Fernández e Itziar Aguirre. De momento, cuenta con tres bombos de mil litros de agua cada uno donde, en una parte, se crían los peces y mediante un circuito cerrado, se filtra el agua con los restos de sus excrementos y comida que pasa a una segunda parte en la que están las plantas. El único mantenimiento consiste en unas bolitas de arcilla para que las plantas no se muevan dentro del agua y la alimentación de los peces. La ventaja es clara en cuanto al esfuerzo, ya que no hay que labrar la tierra, y también gasta menos recursos hídricos o se trata de recursos que sirven a la vez para criar unos peces que tambien son comestibles y las plantas, que crecen al mismo ritmo que las cultivadas en tierra.
Según explicó el coordinador de Verdes del Sur, Juan Manuel Blanco, la próxima semana la asociación iniciará una campaña de crowdfounding mediante la grabación de un vídeo para explicar el proyecto y tratar de recabar colaboración para aumentar las instalaciones y con ello la producción, inicialmente destinada al autoconsumo en una zona cuya población pasa especiales dificultades económicas.
Los peces que se utilizan son de la especie tilapia. / Pepo Herrera
Los tres bombos con los que han empezado se encuentran instalados en el patio de uno de los vecinos, si bien «la Acuaponia necesita mucha luz y en este sitio ya no es suficiente».
La asociación, nacida de un grupo de alumnos del Centro de Educación Permanente del Polígono Sur de los talleres agrícolas que cultivan desde hace años en el patio del centro cosechas para autoconsumo sin usar fertilizantes ni pesticidas lleva tiempo reclamando poder optar a parte de los huertos urbanos previstos en el Parque de Guadaíra ya que «con un huerto de 100 metros cuadrados, la agricultura sostenible permitiría ahorrar 700 euros anuales» a las familias que lo cultiven, un ahorro considerable para cualquiera pero que supone una ayuda importante para los vecinos de un barrio especialmente deprimido, como es el caso de Francisca, una limpiadora que lleva cinco años en paro, o Manuel Gonzalez, trabajador de la construcción que lleva ocho años desempleado.
El Ayuntamiento aún no ha sacado el reglamento para la adjudicación de estos huertos y de hecho su idea inicial es subcontratar la gestión de los mismos para que sea una empresa la que seleccione a los adjudicatarios pero mediante solicitudes personales y no de asociaciones. Verdes del Sur, con 40 hortelanos y 200 socios, se plantería montar una cooperativa agrícola si logra más superficie para cultivar y ve en el Parque Guadaíra, cuyo acceso desde el Polígono Sur permanece cerrado, una gran oportunidad.
