El delegado provincial de la Consejería de Cultura, Bernardo Bueno, manifestó su "esperanza" en que el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco no incluya en su lista de patrimonio en peligro a los monumentos de Sevilla declarados Patrimonio de la Humanidad, con lo que recordó que "los informes emitidos en su momento" no censuraron la torre de 178 metros de altura promovida por la sociedad Puerto Triana en el sector sur de la isla de la Cartuja, a unos 1,7 kilómetros de la Catedral, el Archivo de Indias y el Real Alcázar.
Durante una entrevista concedida a Europa Press, Bernardo Bueno repasó el conflicto desencadenado en torno a este proyecto promovido por la sociedad Puerto Triana, participada mayoritariamente por Cajasol, y que despertó las críticas de los colectivos conservacionistas incluyendo al comité español de International Council on Monuments and Sites (Icomos), uno de los agentes que asesoran a la Unesco en materia de patrimonio histórico.
Mientras el proyecto se encuentra aún en su fase de movimiento de tierras y excavaciones, la última asamblea celebrada en Sevilla por el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco acordó resolver en su siguiente cónclave, convocado para junio de 2010 en Brasil, el caso de este proyecto que podría situar a los monumentos sevillanos declarados Patrimonio de la Humanidad en la lista de la Unesco de patrimonio en peligro. La Unesco, de hecho, formuló entonces una recomendación no vinculante para que las obras fuesen paralizadas hasta la conclusión del expediente.
"NO AFECTA DIRECTAMENTE"
A tal efecto, Bernardo Bueno recordó que "los informes emitidos en su momento" sobre el proyecto, diseñado por el arquitecto argentino César Pelli, resolvieron que el rascacielos "no afecta directamente al Conjunto Histórico como zona física", toda vez que el comité español de Icomos considera que la torre incidiría "claramente" en el paisaje del entorno del casco histórico. Los expertos de Icomos, en ese sentido, alegaban un posible incumplimiento de los términos de la Convención para la Conservación del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de UNESCO de 1972.
"Icomos es una organización seria y hacen su trabajo seriamente, yo no le doy la razón ni se la quito", dijo Bernardo Bueno, quien no obstante consideró que al margen de que los expertos realicen sus observaciones "lo más objetivamente posible", las personas "tenemos opiniones".
En ese sentido, recordó que su departamento está a la espera de que el Ministerio de Cultura promueva la comisión técnica que, de la mano de la Unesco, debe examinar nuevamente el caso por estas fechas para elevar un pronunciamiento a España como estado miembro del Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que finalmente ha de revisar el asunto en su asamblea de junio de 2010.
De cara a ese momento, Bernardo Bueno creyó "precipitado" analizar un escenario en el que la Unesco incluya a los monumentos de Sevilla en su lista de patrimonio en peligro, porque tiene la "esperanza" de que tal extremo no suceda. "Esperemos que no suceda eso", dijo el delegado provincial de la Consejería de Cultura. Al respecto, consideró que "lo mejor" es que la citada comisión técnica pueda "trabajar de forma independiente" a la hora de revisar el caso, porque su trabajo "será determinante".