Antonio Tapia hizo ayer un paréntesis en sus vacaciones y se pasó por Heliópolis para profundizar en la planificación de la pretemporada. El técnico, que anhelaba una plantilla corta, debatió con el director deportivo la necesidad de no llegar al 13 de julio con 35 futbolistas a sus órdenes. También hablaron del segundo 'stage'.
Faltan doce días para que el Betis empiece el largo trabajo que le espera en la temporada 2009-10 y la faena previa, la construcción de una plantilla competitiva capaz de ascender a Primera, iría por buen camino si no fuese por la superpoblación que se está creando en el vestuario. El club está realizando los fichajes a un buen ritmo, pero las salidas van más lentas y de momento sólo han quedado libres las plazas de quienes acababan contrato más Juanlu. El problema añadido es que de momento también hay que contar con los hombres que estuvieron cedidos la pasada campaña y los cinco chavales del filial que irán a Montecastillo. El resultado de la suma es 35 jugadores a las órdenes de Antonio Tapia el 13 de julio.
El técnico, desde luego, no quiere ni por asomo que ese sea el plan cuando esté en Montecastillo. Para ello se reunió ayer, acompañado de sus ayudantes, con el cuarteto responsable de la secretaría técnica (Momparlet, Merino, Cañas y Ángel) y el delegado, Víctor Antequera. Tapia ya sabe que alguno de los presuntos cracks saldrán, pero su intención, y así se lo comunicó el club, es que no se vayan todos. De hecho, el Betis ya ha rechazado ofertas por elementos como Oliveira o Mark. Lo que no vería mal el cordobés es que salgan Arzu, Lima o Ricardo, entre otros.
La cumbre técnica también sirvió para perfilar detalles de la segunda concentración estival. La plantilla se irá a La Manga después de jugar el Colombino y allí puede disputar amistosos ante el Cartagena y el Murcia. El deseo de Tapia es que la plantilla sí esté ya más definida en ese stage.
