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Cumbres borrascosas

Pongamos que se celebra una cumbre mundial con el siguiente orden del día; uno: refundación del capitalismo; dos: nuevo orden mundial. España, naturalmente, debería estar presente.

el 15 sep 2009 / 18:04 h.

Pongamos que se celebra una cumbre mundial con el siguiente orden del día; uno: refundación del capitalismo; dos: nuevo orden mundial. España, naturalmente, debería estar presente. Sin embargo, en una hipótesis de tal envergadura, lo lógico es que el protagonismo no recayera en España, Alemania, Francia? sino en la Unión Europea, con su propia personalidad jurídica, política y económico- monetaria, que las tiene.

Porque en cualquier caso, si algo importante surgiera, lo que no podríamos permitirnos los europeos es que, en un nuevo estilo, Europa no saliera reforzada como actor y motor de un mundo en el que los EEUU han demostrado que no se les puede dejar solos. En Washington no va a salir nada de eso, ni se va a refundar la alternativa a lo que hay, algo que empezaremos a comprobar inmediatamente después de que amaine el temporal.

Si acaso, buenas intenciones, mañana nos vemos y un nos llamamos. Tal vez un calendario, con permiso desde luego de Obama. Pero, si yo fuera moreno y presidente electo, no le daría continuidad a un empeño de mi predecesor, pato cojo y origen del mal trago mundial que estamos pasando, además, todo un experto en cumbres chungalés, como la de Las Azores, que nos metió a todos en un guerra no sólo criminal sino ruinosa para las arcas económicas de su país, con un déficit insospechado, que ha deteriorado la maltrecha imagen americana en el mundo y mandado al paro a los republicanos y, antes, a los también cumbreros Blair y Aznar, el último neocon (con acento de la republicana Tejas).

A pesar de lo que está cayendo, no llueve en la prensa internacional y, sin embargo, hay borrasca en España. Con la cumbre, ZP lleva a Rajoy pegaíto a la muleta, lo lleva toreao, tal vez para que lo rematen en una de las capeas que organiza Aznar desde su think tank inspirado en la National Review de Buckley. A ZP le da igual si va a la cumbre de la parte del novio o de la parte de la novia, si va bajo protectorado francés, con bandera pirata o de conveniencia. Lo que quiere, ya lo ha conseguido.

Licenciado en Derecho y Antropología. aroca.javier@gmail.com

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