La cantante estadounidense acababa de presentarse en un show en un teatro de Buenos Aires y pretendía seguir su gira hacía Chile cuando una protesta de empleados del aeropuerto porteño la dejó "en tierra".
La cantante tomó el micrófono y ante la incredulidad de la gente realizó una versión de Girls just want to hace fun, uno de sus grandes éxitos. Vestido íntegramente de negro, la artista de 57 años demostró todas sus capacidades.
A capella, su voz sonaba igual o mejor que arriba del escenario. Un lujo para los pasajeros.