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"Da risa oír aquí lo de la sanidad tercermundista"

El doctor Garrido, jefe de Ginecología del hospital de Valme, encabeza una misión que acaba de viajar a Malawi para operar en un hospital rural.

el 13 ene 2013 / 20:06 h.

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Los doctores Roberto Garrido y Antonio Moro, en el hospital rural de Mlale en Malawi.
El doctor Roberto Garrido, jefe del servicio de Ginecología del Hospital de Valme, no lo puede evitar. "Nos da mucha risa cuando se habla aquí de una sanidad tercermundista. A alguno de los que tanto protestan le diría que se diera una vuelta por allí". Allí es Malawi, a donde el doctor Garrido viaja "dos o tres veces al año" durante ocho o diez días para "hacer la mayor cantidad de cirugías posibles en el mínimo tiempo". Antesdeayer partió de nuevo, junto a sus colegas el anestesista Frank Coq y el director de la Unidad de Gestión Clínica de Análisis Clínicos, Antonio Moro, gracias a un proyecto de cooperación entre el hospital de Valme y la Diputación.

 

Sevilla-Londres-Johannesburgo-Lilongüe es el recorrido en avión hasta llegar, ya por carretera, hasta el poblado de Mitundo, cerca del cual se encuentra el hospital rural de Mlale, dirigido por la congregación española de las hermanas de María Mediadora, hermanado desde 2009 con el Valme. Es el centro de referencia para una población de 150.000 personas cuya esperanza de vida es de 45 años, con una alta mortalidad infantil por la malaria y el sida y también una alta mortalidad de mujeres en el parto. "Paren en chozas y la infección posparto es lo que mata a muchas, también padecen fístulas vaginales tras partos muy largos y enfermedades de transmisión sexual, porque allí la salud sexual es secundaria, y son repudiadas por ello", explica el doctor Garrido, que añade que "allí la mujer trabaja muchísimo, más que el hombre, y las infecciones son frecuentes porque en la choza vive la familia con las cabras y charcos en la puerta con los mosquitos de la malaria".

Un sanitario local formado por ellos se ha encargado previamente de seleccionar los casos que tratarán estos días, en intensas jornadas con cirugías programadas desde las siete de la mañana hasta que anochece. También aprovechan para formar a personal local "en medicina preventiva y diagnóstico precoz".

El doctor Garrido, que pertenece a la ONG Andalucía por un mundo nuevo, fue uno de los organizadores de la expedición sanitaria que viajó a Haití tras el terremoto de 2010 y a este país volverá en abril, ya no a la zona del terremoto sino "a las montañas, donde las condiciones son más duras si cabe que en Malawi, porque no hay luz eléctrica ni una mínima infraestructura de camas hospitalarias, solo puedes hacer cosas pequeñas, no cirugía mayor ni menor".

Pese a todo, sigue repitiendo y reconoce que "cuando vas la primera vez juega un poco la aventura, tiene mucho de mágico, pero cuando ya has ido diez veces es distinto. Sientes la necesidad de ayudar a los demás dentro de tu profesión". Asegura que "no es que compense, es vocacional" y quien participa "es gente ni mejor ni peor sino que le va esto". Aboga por apoyar a las nuevas generaciones porque "muchos están dispuestos pero las dificultades económicas y laborales se lo pone más difícil".

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