En el Nuevo Zorrilla de Valladolid rubricó el Barça una primera vuelta de campeonato semiperfecta, pues aunque suma un punto menos (49) que la pasada campaña (50), es la primera vez que llega al ecuador de la competición sin perder un solo partido, un hito que solo habían conseguido antes Real Madrid (seis veces), Athletic (dos veces, la última en la 1931/32), Espanyol (una vez, en la 1932/33) y Real Sociedad (en 2002/03). De la victoria en Valladolid tuvo mucha culpa el lateral brasileño Daniel Alves, un auténtico fuera de serie que ha transformado por completo al FC Barcelona desde su llegada.
El coleccionista. Pocos futbolistas habrá en la historia del fútbol que hayan conseguido ganar tantos títulos en tan corto espacio de tiempo como los que lleva Daniel Alves, que en apenas tres años y medio ha campeonado en trece ocasiones (cinco con el Sevilla, seis con el Barcelona y dos con la selección de Brasil). Veamos: en 2006 gana la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa con el Sevilla; en 2007 gana la Copa de la UEFA, la Copa del Rey y la Supercopa de España con el Sevilla, amén de la Copa América con Brasil. En 2008 no gana nada, pero ese verano el Sevilla lo traspasa al FC Barcelona por setenta veces más de lo que costó (unos 37 millones de euros y subiendo) y desde ese momento, que coincidió también con la llegada al banquillo de Pep Guardiola, no para de acumular títulos: en 2009 suma la Liga, la Champions, la Copa del Rey, la Supercopa de Europa, la de España y la Intercontinental, además de la Copa Confederaciones con Brasil.
Messi, Xavi, Iniesta, Ibrahimovic y compañía acaparan los elogios y los galardones, pero Dani Alves -que ni es titular fijo con Dunga en Brasil- es el que juega siempre aunque Guardiola haga nueve rotaciones. En Valladolid se volvió a salir: dio el primer gol -una preciosa media chilena de Xavi-, marcó el segundo con un centro-chut envenenado desde la banda y aburrió a sus marcadores con sus carreras y paredes con Messi, que hay que ver la banda diestra que se gasta el FC Barcelona, a años luz de la que forman Abidal-Henry por la siniestra.
La expulsión de CR9. Pero ayer no se habló de otra cosa en las televisiones y los grandes periódicos nacionales que de la expulsión, justísima por cierto, de Cristiano Ronaldo, que le soltó el brazo y le partió la nariz a Mtiliga tras un agarrón de éste. Hay que ser rebuscado para tratar de argumentar que la jugada no es merecedora de la roja directa, pero entre el madridismo hay pavor a que a Cristiano le pueda caer una sanción ejemplar -ya lo expulsadon ante el Almería y es reincidente-, por lo que han montado una monumental campañita para exculparlo. ¡Ay si ese codazo lo suelta en su día Javi Navarro!....
