Daniel Alves vuelve a ser actualidad. Si habitualmente lo es por sus brillantes actuaciones, ayer lo fue por su comparecencia ante los medios de comunicación. En ella, habló de diversos asuntos, y entre ellos el de su futuro. Por lo que dice, nada le ha hecho cambiar su idea de irse para mejorar.
Esta misma semana, José María del Nido aseguró respecto al interés del Barcelona, uno de los clubes que han pujado por él, que a cambio de los 25 millones de euros que, se comenta, ofrece, sólo se llevaría "los cordones de sus botas", frase con la que viene a recordar el precio que tendrá que pagar quien quiera ficharle.
"No me preocupa el futuro ahora. Al presidente ya lo conocemos, sabemos su manera de llevar las cosas y hay que respetar sus palabras, al igual que yo soy diferente y él tiene que respetar mi mentalidad. Estoy acostumbrado a esto en los cinco años que llevo aquí", dice Daniel, que añade una frase también reveladora: "Yo lo tengo clarísimo: quiero mejorar, y si eso pasa por no estar en el Sevilla, lo siento mucho por la gente que me quiere".
Al hilo del asunto, niega tener la promesa, por parte del presidente, de ser traspasado cuando acabe la temporada, sobre todo después de haber rechazado ofertas muy importantes el pasado verano. "Yo no vivo de promesas. Las conversaciones que hemos mantenidos son privadas, pero no tengo ninguna promesa de que me vaya a vender", asegura.
Abundando el tema de su futuro, Daniel asegura tomarse con calma todo. "Con el paso del tiempo se asimilan mejor los rumores. Llevo tres años viviendo lo mismo y me tomo las cosas con naturalidad. Una cosa es lo que pasó en verano y la posibilidad de irme y otras las tonterías que se oyeron de que ante el Madrid muchos jugadores no estábamos metidos en el partido. No hablamos de niños de dos años.
Cuando las cosas no funcionan no hay que buscar excusas o justificaciones, eso es de perdedores. Yo soy lo que soy y sé lo que me ha costado llegar hasta aquí", explica.
Respecto a la situación del equipo y la lucha por entrar en la Champions, Daniel entiende que quedarse fuera "no sería un fracaso, aunque sí un poco decepcionante". No obstante, afirma: "Hay que poner los pies en el suelo. Hace tres años conseguir la UEFA era una alegría inmensa. El objetivo es la Champions, pero el segundo es meternos en la UEFA, la competición que nos ha cambiado la vida".
Además, según el lateral, el futuro de muchos jugadores no pasa por ir a la Champions. "Ya habrá tiempo de hablar de otras cosas", dice.
Para él, lo prioritario es ganar al Mallorca. "Es un partido muy importante para que siga la esperanza de poder coger el cuarto puesto. Hay que sumar los tres puntos, aunque sea un partido muy complicado. Para meterte en Champions tienes que superar las complicaciones", añade.
Por último, defiende la labor de Manolo Jiménez. "Hay que dar a todos el tiempo de adaptación. Jiménez llegó con la temporada en marcha. Los resultados no le ayudaron, pero ha hecho un grupo en el que ganamos y perdemos todos. Es la mentalidad que nos ha hecho llegar adonde hemos llegado".
