Cultura

Daniel Luque brilla en una tarde de buen nivel en Castellón

El sevillano cortó dos orejas a su segundo en la Feria de la Magdalena.

el 10 mar 2010 / 20:13 h.

El matador sevillano Daniel Luque cortó ayer dos orejas en el cuarto festejo de la Feria de la Magdalena, después de su faena al segundo de la tarde, un toro de Fuente Ymbro encastado y de buen juego. Una corrida en la que los tres toreros no dejaron ganarse la pelea, con mucha decisión. De hecho, Rubén Pinar plantó cara en el tercero y sumó un trofeo. De haber matado al sexto, podría haber salido en hombros.

Según la crónica emitida ayer en la web especializada Burladero.es, Luque lanceó con buen son al astado con el capote, ganas y con firmeza. Al torero de Gerena se le vio a por todas pronto, en un quite por chicuelinas en las que dio distancia al toro, que respondió. Después de una primera tanda de tanteo, la segunda por el lado derecho salió más ligada, aunque no terminó de bajar la mano. Todo comenzó a caldearse al natural, en unos pasajes en los que destacaron los remates.

Al final, Luque ligó varios muletazos en redondo sin quitar la muleta de la cara del animal y todo estalló. Después de una estocada entera algo trasera, le fueron concedidas dos orejas. La segunda algo excesiva. El quinto fue un manso pregonado que dio varias vueltas al ruedo en la faena de muleta. Daniel Luque lo intentó, pero el toro se iba.

El albaceteño Rubén Pinar plantó pelea al tercero. Con el capote estuvo decidido y comenzó la faena con dos tandas por el lado derecho, en línea. El toro respondió entonces, pero en la tercera se marchó a tablas. Allí tuvo que ganarle la batalla el de Tobarra, que se encontró a un toro rebrincado aunque con transmisión. Pinar lo llevó tapado, ligando los muletazos, a pesar de no encontrar una embestida clara. Un pinchazo y una estocada entera pusieron el broche y fue premiado con una oreja.Otra pudo haber paseado del sexto de no fallar a espadas.

El toro se vino abajo, por lo que Pinar se metió con él en terrenos de cercanías, mostrándose firme y utilizando los toques para provocar que el toro pasara. Firmó algún derechazo estimable.

Alejandro Talavante se encontró a un primero frío de salida y muy distraído. Comenzó la faena por estatuarios y fundamentó el trasteo por el lado derecho. Hubo dos series de mérito en la que no se entregó el toro, pero un desarme, fue el principio del fin y dejó el ambiente muy frío. Con la espada estuvo mal.

No pudo resarcirse en el cuarto, un toro feo, cariavacado y sin hechuras de embestir. Desde el capote no gustó, y aunque Talavante lo intentó con la muleta, el astado siempre embestía con la cara por las nubes.

  • 1