El Teatro Central acoge hoy el espectáculo del británico Wayne McGregor y su compañía Random Dance, Entity, una mezcla asombrosa de cuerpos, luces, nuevas tecnologías y vídeos que coloca al coreógrafo en la vanguardia de la cultura contemporánea.
Emocionalmente inflexible y duro, el trabajo de McGregor rompe límites y desafía a la categorización con esta nueva apuesta técnicamente asombrosa.
Entity, que se está representando por todo el mundo desde que se estrenara en Sadler's Wells (Londres), se presenta como un díptico en el que los particulares bailarines de McGregor bailan al son de la música del premiado compositor Joby Talbot (La Divina Comedia) y del percusionista Jon Hopkins.
Obsesionado por la expresión del cuerpo, McGregor consigue de sus bailarines un poderoso movimiento con estilizaciones propias de ciencia ficción y un excelente uso del espacio del escénico. Máxima flexibilidad y compleja articulación describen a la perfección a los protagonistas de Entity, y expresan la particular forma de hacer ballet de este genial bailarín que a sus 38 años sólo ejerce como coreógrafo.
Entity es la primera producción que hace McGregor para su compañía desde que estrenara en 2006 Chroma, una apasionante obra para el Royal Ballet de Covent Garden. A través de Random Dance, McGregor desarrolla su estilo articulado y vertiginoso mezclándolo con técnicas de animación, películas digitales, arquitectura en tres dimensiones, bailarines virtuales o sonido electrónico, una mezcla de música y tecnología que muestran al público nuevas formas de danza.
