La Bienal de Flamenco enfila sus últimas horas y lo hace alumbrando el penúltimo espectáculo de esta edición, El Indiano. Bailes de ida y vuelta, montaje que se representará esta noche a las 21 horas en el Teatro Central. En él, el bailaor David Morales -artícife del montaje- aúna el arte jondo con los bailes de América Latina en una fusión "injustamente arrinconada y olvidada".
La obra relata el regreso a España de un emigrante a las Américas que se reencuentra en un bar del puerto de Cádiz con el fantasma de las tres mujeres de su vida y se da cuenta de que ha perdido todo lo que dejó. "Se trata de un espectáculo mestizo que habla de continuar derribando fronteras", dijo su creador. Junto a él, el director escénico, Julio Fraga, lamentó que, a diferencia de la fusión de la música flamenca y americana, que ha sido objeto de numerosos espectáculos, el baile "siempre se ha considerado de segunda categoría".
David Morales lamentó que los "ritmos de ida y vuelta se usan muy poco en los espectáculos flamencos" y expresó su confianza en el éxito del montaje tras la experiencia acumulada pues desde su estreno en abril pasado en El Puerto de Santa María (Cádiz) se ha representado ya ocho veces en lugares como Málaga o Barcelona.
Fraga también contó que El Indiano surgió como una prolongación de su anterior montaje Viajeros del Estrecho, y con ella ha querido reflejar la relación con el otro lado del océano escenificada en el bar de un puerto, el primer lugar donde entraban en contacto los marineros de las dos culturas.
El espectáculo recoge algunos de los temas más famosos y populares de América Latina como Guantanamera, Guajira o la Gota Fría. Asimismo, la cantaora Rocío Bazán destacó la presencia en la obra del cantaor José León El Ecijano, el pianista Angel Andrés Muñoz, el guitarrista Oscar Lagos, y los músicos Manuel Calleja y Javier Ruibal (hijo), así como la participación especial de la bailarina y coreógrafa Rosario Toledo.
