Cultura

David Trueba y la lección de las pequeñas derrotas

El escritor y cineasta David Trueba reivindica la lección de las pequeñas derrotas cotidianas en su última novela, Saber perder (Anagrama), y lamenta que en la actualidad se imponga el baremo deportivo que obliga a ganar siempre para calibrar el éxito y la felicidad.

el 15 sep 2009 / 01:07 h.

El escritor y cineasta David Trueba reivindica la lección de las pequeñas derrotas cotidianas en su última novela, Saber perder (Anagrama), y lamenta que en la actualidad se imponga el baremo deportivo que obliga a ganar siempre para calibrar el éxito y la felicidad.

Trueba, quien nunca empieza a escribir sin tener un título, ha afirmado: "Es un error medir muchas facetas de la vida con baremos deportivos. Me fastidia que se hayan impuesto. La vida tiene un final que no se parece a la medalla olímpica".

David Trueba presentó ayer en Barcelona su tercera novela, Saber perder, el relato de las historias cruzadas de cuatro personajes en el que adopta la posición "fría" de narrador, aunque aderezada con su habitual ironía y sentido del humor para reivindicar la "aventura de vivir".

Para el escritor, que vuelve a publicar, siempre con Anagrama, nueve años después de Cuatro amigos, "vivimos en una época en que el triunfo y la fama se sobrevaloran e incluso se miran como algo perfecto".

El novelista, que no ha dudado en comparar el itinerario vital de un ser humano con el de un automóvil, que irremediablemente acaba en el desguace, ha asegurado que le interesa "más la supervivencia que el triunfo".

Trueba ha explicado que cuando escribe busca la complicidad del lector y pretende que mientras dure el efecto de la lectura del libro "tenga la sensación de que los personajes existen". Dos de los cuatro protagonistas de Saber perder son Sylvia, que cumple 16 años el día en que comienza la novela, y su padre, Lorenzo, un hombre separado que trata de superar el abandono de su mujer y su fracaso laboral.

Los otros dos protagonistas son Ariel Burano, un joven jugador de fútbol que deja Buenos Aires para fichar por un equipo español y con quien la adolescente empieza a jugar en la "gran liga", y el abuelo de Sylvia, Leandro, un anciano profesor de piano que vive en esa época en la que casi todo se derrumba.

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