La reunión del consejo de administración de la aceitera Deoleo celebrada ayer, la primera que se producía en el máximo órgano de dirección de la compañía después de aprobar la oferta de compra presentada por el fondo británico CVC Capital Partners para cubrir la salida de Bankia y BMN, se desarrolló en un clima de tensión entre los socios, y en ella Dcoop, la antigua Hojiblanca, planteó su intención de salir del capital de forma inmediata, según confirmaron a este periódico fuentes conocedoras de la reunión, en la que además las entidades financieras presentes en el accionariado mostraron sus discrepancias al respecto.
Dcoop había celebrado previamente su Junta General de Socios, formada por todas las cooperativas del grupo en su sede social de Antequera (Málaga), y en ella fueron muchas las voces que se alzaron en la dirección de desprenderse del 9,9 por ciento del capital que la antigua Hojiblanca posee en Deoleo, visiblemente molestos por el desenlace de la operación en la compañía aceitera, que ha acabado dando entrada a un fondo extranjero pese a que se intentaba dar forma a una alternativa española que garantizara que el centro de control y de toma de decisión de la empresa no saliera de nuestro país. Un intento, además, que Dcoop trató de liderar aunque sin éxito. Su presidente, Antonio Luque, indicó ayer a la salida de la junta, que venderán su parte en Deoleo «si no logran un acuerdo con CVC» e insistió en que seguirán negociando «a ver si se puede negociar algo, a ver en qué queda esta historia», si bien señalaba que «todavía no tenemos una decisión definitiva». «Lo que hemos dicho: venderemos o no venderemos dependiendo de las negociaciones a las que lleguemos». La Junta General de Socios lamentó «el final de la historia» tras la venta del paquete accionarial a CVC Capital Partners, que supone otorgarle la mayoría. El presidente de Dcoop señaló que ha habido «opiniones para todos los gustos», aunque la mayoría de los socios, dijo, «han lamentado el final de la historia, entendiendo que se podían haber hecho las cosas de otra manera por parte de otros accionistas y por parte de la propia Administración, pero cada uno es libre de hacerlas y de actuar como entienda más oportuno».
Y es que, a pesar de que desde la Junta de Andalucía y el Gobierno central se escenificó un frente común en defensa de los intereses nacionales se temía especialmente el interés de un fondo de inversión respaldado por el Gobierno italiano en un sector estratégico como el aceite de oliva y de una empresa con marcas tan emblemáticas como Carbonell y Koipe, al final no cuajó en ninguna oferta concreta.
Pese al esfuerzo de la cooperativa por tomar o canalizar paquetes de acciones de los dos socios salientes: Bankia (16,5 por ciento) y BMN (4,8 por ciento) Dcoop se ha quejado de las prisas con las que se optó por un fondo inversor poniendo a su juicio en riesgo al olivar español, la cooperativa ha expresado su intención de vender en la misma operación su cuota. Junto a Dcoop (9,965 por ciento) están en el accionariado la malagueña Unicaja (11,349 por ciento), Caixabank (5,282 por ciento heredado de Banca Cívica) y Kutxabank (4,84).
En medio de este enfrentamiento fuentes cercanas a la compañía aseguran que se está negociando traer la sede social de Deoleo a Andalucía, en lo que se interpreta como un guiño, un gesto repleto de carga simbólica, ante las suspicacias y recelos levantados tras el desembarco del fondo de inversión británico CVC Partner Capital. El miedo no es otro que España deje escapar el centro de decisión de un agente estratégico para la agroindustria española y andaluza.
