Torreblanca.
Considera que no tiene de qué arrepentirse, defiende con argumentos y recurriendo a precedentes históricos la decisión de presentar el paso del Señor Cautivo en la puerta de Santa Marina, afirma que en una situación similar repetiría el mismo gesto y cree que "de alguna forma, faltó solidaridad con una hermandad hermana" para que Torreblanca llegara a la Catedral . Hace dos semanas que la propuesta de Torreblanca de presidir en solitario el Viacrucis del Año de la Fe en la Catedral y el gesto posterior de sacar su paso a la puerta de la calle, una vez suspendidos los traslados, a punto estuvieron de costarle una condena a los infiernos. Casi todos los exégetas de la prensa morada cargaron las tintas contra Torreblanca y su hermano mayor, al que llegaron a acusar de cometer un acto de rebeldía contra la Iglesia.
Luis Miguel González, el benjamín de los hermanos mayores de penitencia, reconoce haber sufrido mucho estos días por la virulencia con la que periodistas y comentaristas han juzgado lo que sucedió el 17 de febrero, aunque sólo tiene palabras de "respeto" para quien piense de otra manera. En una extensa entrevista que publicará la revista Más Pasión el próximo domingo, el máximo responsable de esta corporación de vísperas rompe su silencio y hace balance de los días en que el barrio y su Cristo Cautivo se mudaron a vivir a la calle San Luis.
Aclara que fue la junta de gobierno que preside la que tomó, sin más permisos, la decisión de sacar el paso a la puerta sin más protagonismo que el de tener un gesto con el barrio que aguardaba en la calle. "Al igual que cuando se suspende una estación de penitencia cada hermandad desarrolla un acto en consonancia con su idiosincracia -desde viacrucis internos hasta conciertos de marchas, etcétera-, la hermandad de Torreblanca optó por presentar el paso en la puerta, algo que se ha usado en varias ocasiones en nuestra Semana Santa".
Sigue creyendo que había razones más que suficientes para que Torreblanca hubiera presidido el Viacrucis, una vez suspendidos los traslados. "Se nos presnetaba una oportunidad única para que poder entrar en la Catedral" y cree que, "de alguna forma, faltó solidaridad con una hermandad hermana".
González espera que el destino le conceda algún día a su hermandad "una segunda oportunidad" para pisar el suelo catedralicio, aunque cuando se le pregunta si veremos pronto al Cautivo presidir el Viacrucis de las Cofradías tiene claro que no quiere hacia su hermandad "ningún tipo de discriminación, tanto negativa como positiva". "Si Jesús Cautivo tiene que estar en el Viacrucis será porque ha tenido la misma oportunidad que cualquier otra hermandad". Aclara que desde el Consejo de Cofradías sólo ha recibido muestras de apoyo, niega que haya habido "tirón de orejas" del Arzobispado y cree, que pese a todo lo ocurrido, el Viacrucis ha dejado muchos frutos espirituales a Torreblanca.
