El ex presidente del Sevilla FC José María González de Caldas, negó haber realizado algún tipo de pago al presunto cerebro de la trama de corrupción municipal de Marbella, Juan Antonio Roca, para obtener favores urbanísticos. Aunque se ratificó en su declaración de noviembre de 2006, cuando fue imputado en el caso Malaya de cohecho, precisó algunas cuestiones.
De Caldas compareció ante el juez Óscar Pérez, dentro de la ronda de declaraciones indagatorias, paso previo a la celebración del macrojuicio. El empresario sevillano manifestó que no pagó 60.000 euros a Roca a cambio de una licencia, tal y como aparece en el auto de procesamiento elaborado por el anterior magistrado, Miguel Ángel Torres, en el que se afirma que habría abonado esta cantidad económica para poder construir 18 viviendas en la promoción conocida como Señorío de Marbella.
En este documento el juez Torres añadió que De Caldas indicó en su comparecencia que el fallecido ex alcalde de Marbella, Jesús Gil, y el ex asesor de Urbanismo, Roca, le impusieron las condiciones de la operación de otro edificio y que la mayoría de promotores tenían que pagar a Roca. El ex presidente sevillista desmintió estas cuestiones y apuntó que la permuta sobre este inmueble no fue una imposición, sino que él quería "desprenderse" de él.
El empresario José María Enríquez García, procesado también por el mismo delito que los anteriores, compareció ante el juez y se mantuvo en su declaración anterior, negando, como González de Caldas y otros constructores en días anteriores (José Ávila Rojas y Rafael Goméz) pagos al ex asesor de Urbanismo.
También prestó declaración indagatoria Carlos García Puente, procesado por un supuesto delito de blanqueo y alzamiento de bienes, quien se ratificó en la declaración anterior y afirmó que "no conocía" a José Antonio Roca.
