Caras largas en el entrenamiento del Betis. La exclusión de Javi Chica y Javier Matilla para la fase de grupos de la Liga Europa ha caído como un gran jarro de agua fría sobre dos de los jugadores más destacados desde que comenzó la pretemporada, dos de los once miembros del plantel que tienen experiencia en esta competición, titulares ambos hasta el momento. La decisión, asumida por Pepe Mel, responde al dicho popular de aquellos barros trajeron estos lodos, porque el error de planificar la plantilla sin tener en cuenta que el cupo de profesionales no canteranos debía ser de 21 apuntaba, con 23 futbolistas de ese perfil, al cobro de dos damnificados más pronto que tarde.
En la primera lista, para la eliminatoria previa ante el Jablonec, la cuestión se solucionó con los lesionados Lolo Reyes y Rubén Castro, que luego fue repescado, como así permitía el reglamento, para dejar fuera a Didac Vila, que aunque sigue sin la forma física necesaria para entrar en alguna convocatoria, sí está entre los inscritos para la Liga Europa. Me parece una decisión injusta, sorprendente e incomprensible que el Betis descarte a Javi Chica para jugar la Europa League. Así se expresaba ayer el representante del lateral, Álvaro Torres, quien no quería después abundar más allá en esta declaración. Sí dejaba claro que el jugador, que tiene contrato hasta 2015, está bastante tocado, y le costará asimilar la decisión de Mel, pese a la explicación de su condición de pieza indispensable para la Liga, prioritaria para la entidad, pero que también ha dejado claro así que la Liga Europa, más que un torneo del que disfrutar es un gran engorro, pensamiento que se ha podido ver acentuado en técnico y dirigentes por un comienzo de liga con un solo punto en tres jornadas. No es el caso de los futbolistas.
Javi Chica, en la previa del partido ante el Jablonec en el Villamarín, dejaba clara su ilusión, y la de todo el equipo, por esta competición que se ganaron a pulso con su excelente temporada anterior. Es el partido más importante desde hace mucho tiempo para el club y para nosotros, porque si pasamos la eliminatoria nos da la oportunidad de jugar varios partidos más en Europa. No será el caso del lateral, que no se consuela con esa promesa de que será uno de los que volverá a la lista europea si el equipo se clasifica para los dieciseisavos.
Javier Matilla tampoco se esperaba quedar fuera pero su desasosiego es menor al de Chica, primero porque no estuvo la temporada pasada peleando en el Betis por Europa y segundo porque para él su gran objetivo era consolidarse tras su cesión. Acaba contrato en junio y debe negociar una renovación. En todo este embrollo, Mel también queda tocado. Aunque en la reunión con Chica y Matilla estuvieron también Miguel Guillén, José Antonio Bosch y hasta Gordillo, en una escenificación de reparto de responsabilidades, la decisión de excluirlos, aunque parta de un error en la planificación no atribuible a él, es suya, con la factura de tener a dos futbolistas importantes muy molestos en el vestuario, cuando pudo elegir a dos fichajes que no aportan, de momento, como Reyes y Didac.
