Cultura

De la calle Laraña hasta Nairobi

El Centro de Estudios Históricos Andaluces celebra un acto de apoyo ciudadano a la candidatura del flamenco.

el 02 nov 2010 / 20:40 h.

Cientos de personas se dieron cita en el centro cultural de la calle Laraña.

Siete de la tarde en la Sala Joaquín Turina, en la calle Laraña. Ni discursos, ni políticos buscando la foto, ni grandes estrellas del universo jondo acaparando los focos. Sólo la base: asociaciones vecinales, fundaciones culturales, escuelas artísticas, peñas y, sobre todo, ciudadanos anónimos con un objetivo común: lanzar un mensaje alto y claro de apoyo a la candidatura del flamenco como Patrimonio Oral de la Humanidad.

No todo el mundo conoce el origen de esta iniciativa, que no nació en el despacho de ningún dirigente político. Hace unos ocho años, el Centro de Estudios Históricos de Andalucía (CEHA), un organismo totalmente independiente de las administraciones, tuvo un sueño: conseguir para el flamenco el máximo reconocimiento internacional, el que otorga la Unesco a las manifestaciones culturales dignas de la catalogación de Patrimonio de la Humanidad.

Ayer, a escasas dos semanas para que en Nairobi (Kenia) se decida si finalmente el arte jondo consigue esta distinción, este mismo organismo decidió congregar a una multitud de ciudadanos en un último acto de apoyo.

"Nosotros fuimos los que empezamos esto en 2002, pidiendo a la Junta que hiciera suya esta propuesta. Ahora, a 15 días de que la Unesco dictamine, queremos reiterar que el flamenco es un canto de paz, esperanza y de amistad, y que la Unesco tiene el deber de reconocerlo", explicaba antes de que arrancara el acto el presidente de la CEHA, Rafael Sanmartín.

Entre las pocas caras conocidas que asistieron a este recital, María de los Ángeles Infante, hija del llamado padre de la patria andaluza, que no quiso dejar de mostrar, en primera fila, el respaldo de su fundación y del andalucismo en general -la líder del PA, Pilar González, la acompañaba en un discreto segundo plano- a esta iniciativa que, además del componente cultural, posee un "fuerte contenido identitario".

"El cante flamenco debe ser como Andalucía: por sí y para la humanidad. Está claro que es un patrimonio mundial y ahora deben reconocerlo", reclamó en conversación con este periódico. Además, la hija de Blas Infante recordó que su padre ya escribió en el libro Orígenes de lo flamenco.

Secreto del cante jondo sobre el fuerte componente identitario de este arte: "El flamenco es el quejío de los andaluces a los que quitaron sus tierras, es un canto de tristeza y dolor. Ahora esperamos justicia".

Y a falta de peroratas oficiales, ración de arte. Sin presupuestos para primeras figuras, se tiró -y con éxito- de cantera. Un coro de campanilleros, la Escuela de Flamenco de Triana, capitaneada por su director, Pepe Medina, y varios artistas que dejaron claro su mensaje.

Al final, el auditorio puesto en pie, aplaudiendo como para que se le escuchara en Nairobi. Y el mensaje lo dieron cantando: "Nuestro arte se abre a todo el mundo, desde Andalucía para la humanidad".

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