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De la condición miserable y algo más

Hay un sector nada despreciable de españoles enloquecidos que se frotan las manos estos días y cruzan apuestas en la barras de los bares seguros, según ellos, de que el presidente del Gobierno de España (...) va a ser excluido de de la "cumbre" de Washington ...

el 15 sep 2009 / 17:30 h.

Hay un sector nada despreciable de españoles enloquecidos que se frotan las manos estos días y cruzan apuestas en la barras de los bares seguros, según ellos, de que el presidente del Gobierno de España -el presidente de todos nosotros, pensemos como pensemos y votemos a quien votemos- va a ser excluido de de la "cumbre" de Washington que a mediados de noviembre abordará la reforma de sistema financiero global.

España, octava potencia económica mundial y dueña de una estabilidad política envidiable, debe tener sitio en esa reunión, y desde el Rey hasta el más modesto ciudadano deberíamos estar todos a una porque nuestra banderita luzca en la mesa que debatirá cuestiones tan cruciales para el futuro de la Humanidad.

Solamente puede achacarse a la condición miserable de algunas gentes, intoxicadas por los predicadores radiofónicos y agitados por algunos mastuerzos del macizo de la raza, esa posición que les lleva a refocilarse en la posibilidad de que fracasen las gestiones de nuestra Diplomacia y que Rodríguez Zapatero no tenga silla en Washington. Estoy persuadido, sin el auxilio de las encuestas, que somos aplastante mayoría los ciudadanos que nos encomendamos a todos los santos y santas, es un decir, para que la realidad, el 15 de noviembre, no de la razón a esos pésimos patriotas que tanto presumen de lo contrario.

Don Juan Carlos ha dado todo un ejemplo de coherencia al cerrar filas con los intereses generales y declarar en Lima, aun a riesgo de que no se logre, que el Gobierno de todos los españoles se siente finalmente junto a los demás poderes internacionales, asumiendo así su papel decisivo y decisorio en el concierto de las naciones.

Una vez más, la emisora episcopal lidera tan deleznable propaganda contra todo lo que huele a ZP, sin matices ni distinción alguna, y una vez más asistimos atónitos a la impasible, incomprensible y cínica actitud de sus mentores que consienten tan descarada mofa contra nuestros gobernantes en un ejercicio torticero de la libertad de expresión. Proclamo una vez más: si eso es Periodismo, yo soy pinchadiscos.

La situación financiera que vive el entero mundo por la crisis a que nos han conducido los más listos, aventajados y sin escrúpulos especuladores del viejo y del nuevo continente, desemboca forzosamente en una reflexión general con un único punto en el orden del día, que reducido al absurdo podría ser: Así no podemos seguir. En esa tormenta de ideas, como suelen decir los ejecutivos cursis, tienen que estar todos aquellos que puedan aportar algo. Y es completamente cierto que España puede llevar a la mesa de Washington el bagaje de su modélica experiencia bancaria y su sentido de la moderación, asimismo ejemplar, en el tratamiento de las relaciones laborales, del freno a la inflación y del modelo de desarrollo, con sus luces y sus sombras, en una sociedad de libre mercado.

De ahí que nos parezca miserable esa corriente de opinión, insisto nada desdeñable, que intenta evitar la foto de Zapatero en la "cumbre" de los líderes mundiales.

Periodista

gimenezaleman@gmail.com

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