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De la "gripe" de Bolonia a la neumonía de los recortes

El Defensor de la Olavide avisa en su último informe de los efectos de la crisis en el día a día de la Universidad.

el 05 mar 2012 / 12:35 h.

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Retraso en el pago de las becas por falta de liquidez, cierre de instalaciones en verano para ahorrar, menos recursos deportivos para economizar... El Defensor de la Pablo de Olavide ha presentado en el Claustro su último informe del mandado, el correspondiente al curso 2010/2011, en el que avisa de que las quejas relacionadas con la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior han dejado paso a aquellas vinculadas a los recortes provocados por la crisis.

De la "gran gripe" del Plan Bolonia se ha pasado a la neumonía de la crisis. Eduardo Gamero, que optará a la reelección, ha informado a los claustrales de que en 2010/2011 se tramitaron 130 expedientes, el 90% de ellos relacionados con el sector de los estudiantes. Por primera vez en cuatro años, internet ha sido el medio escogido por los universitarios para hacer llegar sus quejas, consultas o reclamaciones. Las quejas se han centradp en las becas de movilidad, la matrícula y la actividad docente.

El Defensor ha llamado la atención sobre la ausencia de una normativa específica de evaluación de los grados, el colapso del área de gestión académica y el "grave problema" del retraso en la expidición de los títulos de doctorado, con cuatro años de espera por la "falta de determinación" del Rectorado.

Por último, ha sugerido nuevamente la necesidad de elaborar un protocolo de riesgos psicosociales. El año pasado se registraron dos expedientes por acoso laboral. Ambas personas están ya "fuera de esta casa [en alusión a la Universidad]", ha apuntado Gamero ante los claustrales.

La anécdota del Claustro

En la sesión de Claustro de esta mañana se han elegido los nuevos miembros del Consejo de Gobierno. En el momento de la votación, el secretario general de la Olavide ha llamado la atención sobre el hecho de que algunos miembros del sector A (profesores funcionarios) habían cogido varias papeletas ("porque estaban contadas", apostilló) impidiendo a otros compañeros la posibilidad de votar. El Claustro ha comenzado a reírse y se ha podido escuchar alto y claro: "¿Tal mal estamos económicamente?".

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