Hilo de pesca sevillano sirve a alemanes, ingleses, suecos y finlandeses para hacer capturas de peces en sus lagos y ríos. La firma hispalense Polipes lleva sus productos al norte de Europa desde hace 20 años. El problema para extenderse a otros países es la saturación actual del mercado.
Desde sus inicios, hace ahora 20 años, la empresa sevillana Polipes, situada en la localidad de Alcalá de Guadaíra vende sus hilos de pesca a los países nórdicos. Suecia, Finlandia y Noruega, así como Alemania e Inglaterra compran su producto a la firma sevillana a través de los distribuidores que la empresa posee en estos mercados.
"Llegamos a estos países porque tienen una fuerte tradición pesquera y, además del convencional, vendemos en el exterior otro tipo de hilo, denominado cola de rata -cónico y no cilíndrico, con una mosca artificial-, que sirve para la captura en los ríos de peces como salmones y truchas", destaca el administrador de la firma sevillana Polipes, Roberto Wenz.
De hecho, este tipo de producto se utiliza más en países como Alemania e Inglaterra, mientras que el hilo normal es usado por los pescadores de los países nórdicos en invierno, "cuando taladran los lagos para pescar sobre hielo".
En cuanto a la posibilidad de abrir nuevos mercados, Wenz asegura que se trata de "un negocio muy saturado, donde merece la pena tener pocos distribuidores que se dediquen a vender en los países cercanos", y añade que "existen muchos tipos de hilo y muchas empresas en Europa dedicadas a esta actividad". Además, destaca el alto coste que supone vender su producto, que se fabrica en Sevilla, al exterior. "Hemos llegado a proporcionar la cola de rata a un cliente de Nueva Zelanda, pero se trata de pedidos puntuales y no de una verdadera red de distribución internacional", indica Wenz.
En cualquier caso, el peso de los mercados internacionales en la facturación de la empresa es muy destacado, ya que en ellos se genera el 70% del total. Además, en momentos como el actual, con una coyuntura económica adversa, concentrar gran parte de los pedidos en el exterior ayuda a la firma a que no caigan "en exceso" las ventas.
"En España hemos notado mucho que ha descendido la demanda de nuestro producto, aunque no sucede lo mismo en los mercados internacionales, donde mantenemos nuestro ritmo de ventas", apunta.
A esta caída de las ventas a nivel nacional -que se eleva al 30%- se suma el problema generalizado de la escalada del precio del petróleo, que a una empresa pequeña como Polipes afecta de manera especial.
"El 80% de los componentes de nuestros productos proceden del plástico, es decir, directamente del petróleo, y eso ha traído consigo que lo notemos en las cuentas, porque aún no lo hemos podido repercutir al producto final, aunque el año que viene sí lo haremos", aseguró Wenz.
