Raquel Egea dispuesta a jugar en categoría nacional de Voleibol.
El destino quiso que el voleibol se cruzase en la vida de Raquel Egea de forma casual. Con nueve años, se enroló en el equipo de su pueblo por una simple razón: pasar más tiempo con sus amigas. Poco a poco el voleibol pasó a ser una de sus prioridades. Pasaba horas y horas entrenando en el polideportivo de su Tocina natal. La calidad que atesora no pasó desapercibida para sus entrenadores, que pronto se dieron cuenta de que tenían ante sí un auténtico diamante en bruto. Su equipo hace tiempo que se le quedó pequeño y la categoría de Primera Andaluza también.
La calidad que atesora, su continua progresión y las ganas por llegar lejos en el voleibol le hicieron tomar la decisión de intentar dar el salto. En mayo, nada más acabar la temporada regular con su equipo, asesorada por su entrenador Raúl Cabrera, decidió buscar un representante. Al no haber equipos femeninos de referencia en Andalucía llegar a la élite es más complicado.
Varios vídeos de partidos y entrenamientos le sirvieron como carta de presentación. Sus grandes cualidades son innegables, por lo que no tardaron en llamar a su puerta. El CV Miranda de Ebro de la Superliga Nacional Femenina será su club la próxima temporada. En menos de cuatro meses subirá tres escalones de una vez: de una categoría regional, a la Primera División . A falta de que se cierren algunas plantillas, es la única sevillana en la competición.
El 1 de septiembre comenzará su aventura en tierras burgalesas. Hasta entonces, la jugadora se entrena por su cuenta para llegar en forma. El conjunto mirandés disputará la Superliga tras la vacante dejada por el Vall d´Hebrón, que no cumplió con los requisitos exigidos por la Federación.
