La Esperanza de Triana llevó a la Madrugá el olor marinero y su lucha entre la vida y la muerte sin más salvavidas que la fe en el océano. Ver fotogalería.
El Misterio de las Tres Caídas y la Virgen de la Esperanza de Triana confortaron con su particular paso la fría Madrugá. Después, en su barrio, caldearon la mañana hasta el mediodía en un éxtasis de fe que no quería acabarse.