Economía

«Deben cambiar las personas, no el sistema. La crisis es de decencia»

Lo que comenzó como un diccionario personal para entender conceptos económicos, se ha convertido en un best-seller que ocupa el primer puesto de ventas de libros de no ficción. En 'La crisis ninja y otros misterios de la Economía Actual', Leopoldo Abadía relata con un lenguaje sencillo las aguas que trajeron estos lodos.

el 15 sep 2009 / 21:39 h.

Lo que al principio comenzó como un diccionario personal para entender conceptos económicos, se ha convertido en un best-seller que ocupa el primer puesto de las ventas de libros de no ficción. En La crisis ninja y otros misterios de la Economía Actual, Leopoldo Abadía relata con un lenguaje sencillo las aguas que trajeron estos lodos. Todo desde el optimismo de un hombre de 75 años que desprende jovialidad.

-Dice que no sabe de economía, pero se ha convertido en gurú de la crisis. Algo no casa.

-En realidad no sé economía, pero me parece que sé leer el periódico. Hay que leer dos al día, uno generalista y otro económico. No hay que hacer mucho más para entenderla.

-Habla de la crisis ninja. ¿Qué es un ninja?

-No income, no jobs, no assets, o sea, sin ingresos, sin empleo fijo y sin propiedades. Los bancos americanos decidieron darles hipotecas. No hay que ser el gurú del siglo para darse cuenta de que el peligro es grandísimo. A esta gente le cobraban un poquito más de intereses. Tasaban la casa en 70, le daban 100 y con los 30 restantes se estimulaba la economía. Si digo que hace un año lo sabía, no es que sea el más listo, es que era previsible.

-¿Cuándo explotó todo?

-A los bancos americanos se les acabó el dinero y empezaron a empaquetar las hipotecas y a venderlas por todo el mundo, por lo que todos tienen porquería. Estaba basado en que el mercado inmobiliario americano iba a seguir subiendo. Al caer, todo se hunde. Cuando el ninja, que lo es pero no tonto, se da cuenta de que su casa ahora vale 50, decide entregar las llaves al banco. Esto ha hecho que todos vendan porquería. Cuando han ido a prestarse dinero al mercado interbancario, como no se fían, suben los intereses, y eso, el Euríbor. Así que, siguiendo esta estela, al final afecta a nuestro bolsillo directamente. Los bancos se han propuesto ahora sanearse. El día que acaben con toda la porquería, saldremos.

-Muchos critican que el Gobierno haya dirigido las ayudas a las entidades en vez de a la sociedad. ¿Que opina?

- Es una cuestión que no sé contestar. Lo que sé es que dicen que están rescatando a la banca, pero es que ella es la que tiene nuestros ahorros, por lo que por mí, que la rescaten. Es igual que el sector automovilístico. No sé si es justo o no que le den ayudas, pero da mucho trabajo.

-Es capaz de explicar palabros, como subprime, MBS o rating, lo que no se había hecho antes. ¿No interesa que se sepa lo que pasa?

- No lo sé. Cuando escribí el informe original lo hice para mí. La sorpresa fue que cuando pasó a otras manos causó sensación. Si compro pantalones, sé lo que me venden, pero si voy a un banco y le compro algo me lo tienen que explicar y, si no, irme a otro sitio. La persona normalita tiene que quitarse el complejo de ciudadanía. En esta historia ha habido 14.000 sinvergüenzas y 1,4 millones de estúpidos, que son los culpables. Los que inventaron los productos y los que los compraron, es decir, los bancos del mundo. Nosotros hemos sido ingenuos. Eso sí, prefiero un sinvergüenza a un estúpido (risas). No se ha ententido en las altas esferas y por motivos políticos, en el sentido más amplio de la palabra, se tiene miedo a decirlas.

-¿Cómo es posible que usted lo viera hace un año y los que controlan el mundo, ni olerlo?

-Me llaman la atención las caras de sorpresa. "Es una situación insólita", dicen ahora. Es increíble.

-¿Quiénes son los culpables?

-Los bancos, aunque no hay que quitar responsabilidad a reguladores y a agencias de calificación.

-A estas alturas, ¿cómo se deshace el entuerto?

-Es tan gordo que cuesta mucho deshacerlo. Se dice que Obama lo resolverá en 3 o 4 años, y eso es demasiado tiempo.

-¿Y Madoff? Es el único que ha sido detenido...

- Ni siquiera está en la cárcel. Seguro que la pulsera que lleva es de Tiffany's. Es un sinvergüenza, pero también un crack porque con un timo inventado hace 100 años ha engañado a los más listos.

-El sistema ha bebido de su propia medicina.

-Ha sido la locura. Avaricia, sí, codicia, también, todo junto. Es una crisis de decencia y de honradez. No creo que haya que cambiar el sistema, sino a las personas.

-Eso sí, a usted la crisis le ha venido de perlas...

-De película. Pero que nadie piense que es algo montado con intención, ha surgido.

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