Menú

Decenas de hombres unen sus manos contra la violencia machista en San Juan

"Las manos están hechas para unir, amar, nunca para maltratar", y esto es lo que demostraron ayer cogidos de la mano los 40 hombres que se acercaron a la plaza de la Constitución de San Juan de Aznalfarache para gritar no a la violencia machista. Y es, que como rezaba la convocatoria de la Rueda de Hombres, "el silencio nos hace cómplices".

el 21 oct 2010 / 19:45 h.

Joaquín Zulategui.
Desde media hora antes se fueron acercando hombres, mujeres y pequeños, de todas las edades y razas, para incorporarse a esta iniciativa que por primera vez se organiza en San Juan y en la provincia de Sevilla.


Un gran lazo blanco sobre el suelo rodeado de velas que recordaban a cada una de las mujeres fallecidas les recibía. La mayoría de los primeros que se fueron acercando eran representantes de las asociaciones del municipio, todas convocadas por el Área de Igualdad de Género del Ayuntamiento de San Juan que dirige Alicia Ruiz.

Isidoro Manzano, de la asociación de vecinos La Farola, y Amadeo Martínez, de Cornisa Azul, afirmaban que tenemos que poner "entre todos nuestro granito de arena". Sus asociaciones son muy distintas: mientras La Farola agrupa a personas mayores de la zona conocida como El Parque, en Cornisa Azul todos los socios tienen niños pequeños. "Hay que educarlos de otra manera", afirma Amadeo, que asegura que "en nuestras actividades no hay diferencias de género".

Se acerca la hora señalada, las siete y media de la tarde, aunque el acto se retrasó unos minutos, y en los bancos de alrededor las mujeres mayores que cada día se sientan para charlar con sus amigas no pierden ojo del montaje. Entre ellas, Manuela Molina: "Me parece muy bien que convoquen a los hombres para que se conciencien que esto no puede ser. A las mujeres hay que tratarlas bien y quererlas mucho", afirma.

Juan Ignacio Paz, psicólogo experto en violencia de género, fue el primero en tomar la palabra: "Somos iguales y tenemos un peso fundamental, y es fundamental huir del machismo". Paz agradeció especialmente a los hombres presentes su valentía, que no se dejaran llevar por el "¿qué pensarán de mí?". También en esto incidió Alicia Ruiz: "Es importante por su implicación en este tema tan horroroso y no importarles el qué dirán".

A las ocho en punto, unos 40 hombres, desde Alberto, de sólo dos años, a José Márquez, de 79, guardaban un minuto de silencio por las mujeres víctimas de los malos tratos tras la lectura del manifiesto, para, a continuación, invitar a todas las mujeres a que se unieran a la rueda. Y es que, como señalaban las proclamas que los representantes de las asociaciones leían desde el escenario, "las manos están hechas para unir, amar...".

Uno de los colectivos más implicados y afectados por la violencia es el de los inmigrantes. Gina Barreto, una peruana que lleva 18 años en San Juan, reconocía que "hemos tenido dos casos, pero las mujeres son reacias a denunciar porque temen quedarse solas en un país extraño, por mucha ayuda que se les brinde". En esto trabajan también desde el Área de Igualdad: "Hay que ayudar para que denuncien. Que esa voz callada, con este tipo de actos, les sirva para ver que no se van a quedar solas".

  • 1