Cultura

Dejad que los niños se acerquen... a Miguel Hernández

La editorial Anaya publica dos volúmenes en el centenario del gran poeta destinados especialmente para los niños.

el 07 mar 2010 / 19:37 h.

Miguel Hernández, el poeta de la naturaleza, está un poco más cerca de los niños cien años después de su nacimiento tras la publicación de dos obras en las que se recrea su infancia y las vicisitudes que tuvo que atravesar para cumplir su sueño infantil de escribir poesía.

La responsable de este acercamiento del poeta al mundo infantil es la editorial Anaya, que ha puesto a la venta este mes de marzo Mi primer libro sobre Miguel Hernández y Miguel Hernández, pastor de sueños, cuyo autor es José Luis Ferris, experto en el poeta alicantino, mientras que las ilustraciones las ha realizado Max Hierro.

La colección Mi primer libro, destinada a niños a partir de cinco años, trata de acercar a los pequeños lectores las obras de personajes célebres españoles y sus hazañas. Así, entre sus títulos anteriores ha homenajeado a Juan Ramón Jiménez, El Cid, Goya, Bécquer, Albéniz o Antonio Machado.

En esta ocasión, y con motivo del centenario en 2010 del nacimiento de Miguel Hernández (Orihuela, 1910-Alicante 1942), la editorial ha querido publicar dos relatos que recrean la infancia del poeta narrados desde la visión de uno de los más reconocidos especialistas en su vida y su obra.

Tanto Mi primer libro como Miguel Hernández, pastor de sueños, dirigido a un público entre 8 y 12 años, reflejan de manera lírica y emotiva los primeros años de la vida de Miguel Hernández y cómo su padre le obligó a abandonar sus estudios para dedicarse al negocio familiar del pastoreo de cabras.

Ese hecho no sólo no impidió que el pequeño pastor desarrollara su talento para la escritura, sino que la contemplación de la naturaleza durante el tiempo que cuidaba el rebaño le ayudó a reflejar con palabras la belleza del mundo que le rodeaba. Pero no sólo describió Hernández las maravillas de la naturaleza, sino que también le tocó narrar las miserias y tragedias de la época que le tocó vivir.

Su familia, integrada por un padre serio y gruñón, una madre tierna y buena, un hermano mayor (Vicente) y dos hermanas pequeñas, Elvira y Encarnación, se ve reflejada en ambas publicaciones, así como las entrañables amistades que trabó de niño y para siempre en su Orihuela natal.

Entre ellas cabe citar a Carlos Fenoll, su hermano Efrén Fenoll o Ramón Sijé, futuro ensayista a quien Hernández, de mayor, le dedicaría su célebre Elegía. Entre esas amistades también destaca, cómo no, Lucera, su cabra favorita, cuyo nacimiento le enseñó uno de los principales milagros de la naturaleza.

El autor de la narración, José Luis Ferris, es uno de los mejores conocedores de las circunstancias que rodearon su obra y su breve (31 años) pero intensa vida, y en ambos libros ha sabido reflejar cómo en la obra del poeta alicantino su biografía y su poesía están estrechamente relacionadas.

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