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Dejan que un maltratador vea a su hija en una casa de acogida

Bienestar Social traslada a la mujer y recurre este «despropósito».

el 10 dic 2010 / 11:30 h.

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Pesa contra él una orden de alejamiento por malos tratos hacia su mujer, pero podrá ver a su hija, y además, podrá hacerlo en la casa de acogida donde la víctima reside con la niña. Lo dice el Juzgado de Instrucción número 2 de Utrera, por lo que Consejería de Bienestar Social elevó una queja ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y a la Fiscalía de Sevilla contra el auto, emitido hace un mes y que fija la casa de acogida en la que se encuentra la maltratada como punto de encuentro para las visitas de su agresor a la hija que tienen en común, lo que califica de "claro despropósito".

La propia consejera, Micaela Navarro, confirmó este recurso, al tiempo que manifestó:"Sin entrar a valorar si el padre tiene derecho o no a ver a su hija, la casa de acogida no es el lugar idóneo para establecer el régimen de visitas". Subrayó que permitirlo "puede poner en peligro la seguridad de esta mujer y de todas las que están ingresadas en la casa de acogida, así como de los menores que las acompañan".

De igual modo, indicó que "aunque no existiera orden de alejamiento del agresor a la víctima, que en este caso la hay, sería impensable que se pudiera llevar a cabo el régimen de visitas en la casa de acogida". E insistió: "Si esta mujer está en una casa de acogida es porque evidentemente hubo un delito violento".

De hecho, el juez reconoce "indicios racionales de criminalidad" sobre el acusado, que admitió haber agredido a su mujer. También remarca que ésta se encuentra en una situación de riesgo, le aplica una medida de protección y dicta una orden de alejamiento del presunto agresor que tiene prohibido acercarse a menos de 300 metros de la víctima.

La consejera, a la que no le consta que todavía se haya pedido ninguna visita, recordó que en estos casos lo habitual es fijar uno de los puntos de encuentro habilitados en Andalucía. "Ya sería extraño que el domicilio para concertar las visitas fuera el habitual de la pareja cuando hay un conflicto de violencia, cuanto más una casa de acogida, porque no se puede olvidar que hay que respetar la confidencialidad de las víctimas de maltrato", apuntó la consejera, al tiempo que incidió en que también deben ser protegido el lugar en el que están estas ubicaciones.

No obstante, resaltó que, "afortunadamente, casos como éste nos escandalizan porque son algo absolutamente excepcional, pues la norma general es que la inmensa mayoría de las sentencias no sólo son ajustadas a derecho, sino también al sentido común". Por ello, aprovechó para poner en valor el "magnífico trabajo que está desarrollando el ámbito judicial en el tratamiento de los casos de violencia de género", muy lejos de esta sentencia que "está fuera de lugar de todas todas".

En cualquier caso, la mujer ya no se encuentra en esa casa de acogida. "En cuanto salió el auto, pusimos en marcha los mecanismos necesarios para mantener su integridad", concluyó la consejera.

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