Protocolo en el Salón de los espejos del Palacio de San Telmo en Sevilla para recibir la perseverancia y la humildad de 51 chavales andaluces que lejos de apartar los libros de sus vidas han demostrado que la excelencia puede comenzar desde abajo.
La nota media de estos chicos es de 9,88 en Bachillerato y de 9,18 en Selectividad. Lo que han conseguido es gracias a su esfuerzo, pero también a la beca 6000, una ayuda económica que impulsó el Gobierno andaluz hace dos cursos y que ha motivado a estos estudiantes con pocos recursos para que no tiraran la toalla. "Nadie nace para ser médico, se hace médico", comenta el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, quien entregó los diplomas que reconoce la constancia y anima a los muchachos a seguir con su vocación.
Y quizás sea esto lo más reseñable de ellos, futuras eminencias que empezaron desde lo más bajo, solo con esfuerzo, autoestima y apoyo. Así homenajeó Griñán a los muchachos y también a sus padres. "Sabéis que al final llegareis donde queráis pero al principio recordad que estaban unos padres que os apoyaron y unos maestros que os enseñaron", dijo el presidente. Mención especial para la encomiable labor de la enseñanza, que también estaba presente.
Pertrechados de cámaras para inmortalizar el momento, numerosos familiares orgullosos esperaban el momento de nombrar al respectivo premiado. Isabel, Gema, Oscar, Laura, Víctor, José Antonio, Desirée... Son cabezas sublimes, "el corazón de Andalucía que hoy late aquí", dijo el consejero de Educación, Francisco Álvarez de la Chica.
En total, 1.394 alumnos que se han beneficiado este curso de la beca 6000, la más cuantiosa del territorio nacional y la que ha permitido que estos jóvenes andaluces se hayan mantenido al frente de sus estudios postobligatorios ante el riesgo de abandono por motivos económicos -37% de abandono escolar en Andalucía-. Y vaya si lo han hecho con ahínco; el 72% de los becados han obtenido una nota media igual o superior a 7, si bien la ayuda solo les exigía asistir regularmente a clase y aprobar cada trimestre, si se suspendía alguna asignatura se paralizaba la mensualidad de los 600 euros.
El presidente valoró que tras el éxito de la convocatoria, las ayudas se mantienen el próximo curso para que el año que viene por estas fechas otros jóvenes como Rafael, de Torredonjimeno y futuro filólogo, se ilusionen decidiendo la carrera universitaria que les abre el camino al futuro. Porque como dijo Álvarez de la Chica en el acto, "¿cuánto habría perdido Andalucía si estos chicos hubieran abandonado sus estudios?".
