Economía

«Del comercio chino aprendemos que no hay futuro sin la unidad»

El presidente de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía, Manuel García-Izquierdo Parralo, cree que hay que alentar el optimismo para que el dinero se mueva y genere empleo

el 28 nov 2010 / 22:16 h.

García-Izquierdo advierte del efecto psicológico en el consumo tanto del alza del IVA como del gravamen a las bolsas.

-¿Qué siente al caminar por las calles céntricas de Sevilla y ver tantos comercios que han echado el cerrojo?

-Tristeza. No es palabra hueca. La vida de las ciudades y, en especial, de sus centros es el comercio.

-¿Y cuando ve que proliferan comercios regentados por ciudadanos chinos?

-Tendrán una fórmula mágica. Están unidos y concentrados al comprarse entre ellos mismos. Creo que se debe apreciar en sentido positivo, al concienciarnos de que tenemos que apoyarnos unos en otros para lograr mejores precios, al tiempo que pedimos a la ciudadanía que consuma dentro de las áreas de los comerciantes que, en estos momentos, realizan más esfuerzos por mantener el nivel del comercio del que gozamos en Andalucía y el empleo, por dar servicio adecuado a los consumidores y por sobrevivir.

-Pero los comercios asiáticos están en el punto de mira de los tradicionales....

-Desde el punto de vista administrativo, licencias e impuestos, unos y otros cumplen los mismos requisitos. Otra cosa es si reciben ayudas de sus propios países o que, en algunos casos, [los asiáticos] superen lo marcado por la Ley de Comercio de Andalucía en los horarios, días de apertura y otras cuestiones, pero nada más.

-¿Cómo ha impactado en el comercio tradicional la crisis?

-En su mayoría lo constituyen autónomos que tienen un reducido número de empleados, que se mantienen con un enorme esfuerzo por parte del empresario, quien ha de asegurarse, también, su propio autoempleo. Esto propicia que el impacto laboral sea menor que en otros sectores.

-¿Qué recetas hay?

-Pediría, ante todo, una mayor compenetración de las entidades financieras con los comerciantes, que tengan en cuenta que aportamos el 10% del PIB, damos empleo al 11,6% de los asalariados, somos 120.000 comercios y de nosotros dependen 350.000 personas. Y son datos suficientes como para que la Administración presione a los bancos para que aporten liquidez. Por otro lado, y ante la bajada del consumo, no niego que la realidad es la realidad, los números están ahí, pero creo que habría que transmitir optimismo y no tanto pesimismo. Y una tercera idea y que enlaza con el comercio asiático. No podemos ser tan individualistas, el futuro es la unidad. Debemos acometer iniciativas en este sentido, como la creación, de la mano de la Junta de Andalucía, de un portal concebido en principio como central de compras para acceder a servicios más baratos, que servirá de acicate a la unión y contribuirá a nuestra competitividad.

-¿La subida del IVA ha afectado mucho al comercio?

-El impacto ha sido sobre todo psicológico y de cara a unos consumidores que han pensado, horror, han subido los precios. Sin embargo, buena parte de los comerciantes no ha repercutido la subida del IVA en los precios [la han asumido].

-¿El impuesto andaluz sobre las bolsas es la puntilla u otra gotita para rebosar el vaso?

-Repercutirá en los consumidores, y eso debería decirlo la propia Junta de Andalucía, y les supondrá a los empresarios un desembolso importante porque tendremos que adaptar nuestros tiques y facturas. Estamos, por supuesto, de acuerdo con trabajar para el medio ambiente, pero se ha hecho precipitadamente. Aunque no es un gravamen excesivo para el consumidor, hay mucha sensibilidad y retraerá, aún más, las compras. Como comerciante y también como consumidor me hago la siguiente pregunta: ¿Por qué en Andalucía sí y en el resto de comunidades no?

-Será porque hace falta recaudar.

-Sí, tiene un fin recaudatorio, 45,44 millones en 2011, aparte de la sensibilidad medioambiental, que todos tenemos. El precio no es simbólico, son cinco céntimos de euro a partir del 1 de enero, y desde 2012, de diez céntimos.

-La Junta mima mucho a sus comerciantes tradicionales. En cambio, en Madrid hay más libertad de apertura para grandes superficies...

-Los domingos y festivos son ocho al año. En Madrid son veintidós, sí. Pero tanto aquí como allí han sido acordados por consenso entre los agentes sociales y la Administración, al igual que ocurre con las rebajas, que allí se inician el día 2 de enero, y aquí después de Reyes.

-¿Más aperturas en domingos y festivos genera o destruye empleo?

-El mayor número de horas no genera ni generará mayor empleo y sí mayor sacrificio tanto del empresario como de los empleados, pues éstos verían partidos sus turnos. ¿Y por qué? Abrir más horas no implica más ventas.

-Hace dos años se adelantaron las rebajas de enero frente a la caída del consumo, pero la crisis es aún muy aguda. ¿Por qué ahora no?

-En aquel invierno comenzamos a notar la crisis de consumo y se hizo, más que nada, para propiciar que el consumidor saliera a la calle para comprar, y se consiguió. Hoy, en cambio, no es necesario.

«Atentos a los híper en los planes urbanísticos»

-¿Hay recuperación en el comercio?

-Aún no, el consumo está estancado. De hecho, haremos una publicidad conjunta con la Junta de Andalucía para alentar a la gente a salir a la calle y a consumir, siempre dentro de sus posibilidades. El dinero debe moverse, así generará riqueza y empleo.
-¿Quedan aún más sacrificios en vuestro sector?

-Estamos ajustándonos y manteniéndonos. Eso sí, para montar un comercio ahora hay que ser muy valiente. Tenemos capacidad de adaptación, pero hay que estar alerta para asumir los cambios y usar las nuevas tecnologías

-La imagen del tendero detrás de un mostrador...

-La expresión de tendero es trasnochada. El nivel del comercio andaluz es extraordinario, altísimo. No hay tenderos, sino profesionales de la venta.

-¿Se ha hecho bien en Andalucía la adaptación de la Directiva Europea de Servicios?

-Correctamente y por consenso. Se había puesto en tela de juicio el sistema de concesión de las licencias [a grandes superficies], si bien la concesión nunca se paró. La transposición de la directiva parecía traer el maná, se pedía más y más libertad, pero, al final, se han solicitado pocas licencias y algunas [aprobadas] ni se han puesto en marcha, quizás por la crisis o porque estaba todo copado. Estaremos muy pendientes a los planes urbanísticos municipales que determinarán dónde se podrán instalar las grandes empresas de distribución.

-Ha anunciado que presentará su candidatura a la presidencia nacional del comercio, ¿por qué?

-Soy un hombre de organización empresarial desde hace casi tres décadas, represento a una comunidad, la andaluza, con un sector comercial muy importante y necesitamos una Confederación Española del Comercio más fuerte. Me encuentro con bastantes ganas, capacidad y apoyos.

-¿Pesimista u optimista?

-Soy positivo. Cuando salgo a la calle, a todo el mundo le deseo buen día.

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