Cultura

Del Gótico al Romanticismo

Líneas de corte romántico para una mujer femenina de inspiración un tanto gótica fueron las propuestas de la Pasarela Cibeles durante la mañana de ayer, realizada por los diseñadores españoles, quienes mostraron sus colecciones más realistas para el próximo otoño-invierno. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 23:04 h.

Líneas de corte romántico para una mujer femenina de inspiración un tanto gótica fueron las propuestas de la Pasarela Cibeles durante la mañana de ayer, realizada por los diseñadores españoles, quienes mostraron sus colecciones más realistas para el próximo otoño-invierno. Le tocó inaugurar la tercera jornada a la madrileña Alma Aguilar, quien fiel a su línea de corte romántico presentó una colección dominada casi en exclusiva por el vestido, siempre vaporoso y en sus versiones clásicas: uno corto cortísimo y otro largo de fiesta.

Recreando sobre la pasarela un salón palaciego, las modelos se vistieron de fiesta para mostrar vestidos llenos de volantes y capas superpuestas que aportan una caída y un movimiento exagerado a las prendas, con la ayuda de tejidos como la organza o la muselina de seda, el mikado y el damasco de seda.

El malva, el rosa palo y el azul ceniza son los colores que propone la diseñadora para el frío, pero tampoco faltan el blanco y el negro, utilizados por la modista en un vestido que arrancó los aplausos del público muy ceñido en el pecho y con fruncidos y drapeados en la cintura. Antonio Alvarado hizo una puesta en escena con un toque marcial al inicio y al final de su desfile, en el que salió a saludar a su público con un modelo ataviado de militar. No obstante, a medida que se sucedían sobre la pasarela, las prendas fueron adquiriendo formas más femeninas, pasando de los vestidos amplios en tonos beige iniciales a los de cuadros más ceñidos al estilo burberry, tejido también utilizado para su línea masculina en pantalones y chaquetas extragrandes.

De su colección, inspirada en el inconformista escritor francés Jean Genet, triunfaron sobre la pasarela sus trencht con grandes cinturones, al igual que los vestidos de lamé en azul noche, aunque destacaron sobre los demás sus vestidos de seda largos en tono marfil con amplio vuelo y adornados con aves en el cuello que, al despegarlos, caen en una abultada cola.

Por su parte, la catalana Lydia Delgado mostró a continuación una colección de inspiración gótica, con cortes precisos que dibujaban planos geométricos y profusión de maxi cuellos de tafetán de seda plisada en acordeón -tipo cervantino- que coronan vestidos largos con estampados orientales. La diseñadora, quien se ayudó de complementos como gorros de nazareno en charol negro y puntillas sobre el rostro para recrear un medido ambiente cercano al suprematismo ruso, se especializa en el negro y el gris para confeccionar abrigos de lana y chaquetas de amplias mangas mariposa que combina con faldas asimétricas bordadas con incrustaciones de ónix.

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