Bajo el mandato de José María del Nido muchas cosas han cambiado en el Sevilla FC. Los trofeos que deja en las vitrinas lo han convertido en el presidente más exitoso de los 108 años de historia, en una entidad ajena históricamente a tal volumen de gloria en tan escaso espacio de tiempo. De la mediocridad, el equipo nervionense se elevó a la consideración de mejor equipo del mundo, a discutir cada campeonato con un grupo de jugadores sublimes. Pero también se fue gestando con Del Nido una revolución económica, asentada en la concepción del club como gran compañía mercantil que cuenta con los futbolistas como principales activos. El slogan vender para crecer supuso también un cambio de mentalidad en el propio sevillismo, habituado a ver cómo se malvendían las estrellas y se perdía potencial deportivo. Pero con Del Nido el Sevilla siempre, o casi siempre, vendió caro o muy caro, e invirtió casi siempre bien o muy bien, con algunos errores de bulto, y de la mano de uno de los directores deportivos más reputados del fútbol mundial, Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. Ha sido una década prodigiosa en el Sevilla también por la cantidad de dinero que ha movido el club, cerca de 550 millones de euros con los 182 futbolistas que han entrado en operaciones de traspaso o fichajes. A esa cifra habría que añadirle el volumen de negocio no relacionado directamente con los futbolistas, como es el dinero por abonados, venta de derechos de televisión, patrocinios, publicidad, marketing etc.
José María del Nido llegó a la presidencia del consejo de administración del Sevilla el 27 de mayo de 2003. Ese verano fue el punto de partida de la nueva filosofía. El abogado sevillano traspasaba a la que era la estrella del equipo y uno de los jugadores con más talento que había dado nunca la cantera. José Antonio Reyes se marchaba al Arsenal por 20 millones de euros, cantidad récord en la historia del club. De ese dinero invierte algo más de tres millones en un jugador que será trascendente en los siguientes años, en lo deportivo y en lo económico, Julio Baptista. También llegan Darío Silva, Aitor Ocio, y de la cantera Sergio Ramos y Jesús Navas. Al año siguiente (temporada 2004-2005), pese a que se producen 13 salidas, el club apenas recauda dinero en ventas pero ficha a varios jugadores que van conformando la estructura que en unos años se convertirá en la más competitiva de la historia del club. Se incorporan Adriano y Renato, mientras que Ariza Makukula es el fichaje estrella. De los algo más de 7 millones invertidos, más de la mitad fue para contratar a este delantero, que pasaría sin pena ni gloria por el club, que ya contaba con otro canterano de gran proyección, Antonio Puerta.
Verano clave el de 2005. Sergio Ramos y Baptista se van al Real Madrid por un total de 47 millones y llegan Luis Fabiano, del Oporto, y Kanouté, del Tottenham. La inversión fue de 23 millones en 6 futbolistas, incluidos Maresca, Dragutinovic, Escudé y Palop. Y llegan los primeros títulos europeos de la historia del club, la Copa de la Uefa y la Supercopa, que inauguraban una etapa gloriosa.
En la 2006-2007 hubo un cambio de tendencia por cuanto el gasto en fichajes fue de cerca de 20 millones y el ingreso por ventas poco significativo. Además, salvo Poulsen, el rendimiento que ofrecieron los Chevantón, Kerzhakov o Hinkel fue muy escaso. Los trofeos seguían llegando con el equipo de Juande Ramos, cuya estrella era Daniel Alves, que llegó al club en 2002 en calidad de cedido por el Bahía brasileño. En 2004 fue comprado en propiedad por unos 850.000 euros. Llegan seis futbolistas y se van ocho un año después. Más sombras que luces en la inversión de 29 millones, por cuanto llegaron el colombiano Aquivaldo Mosquera por 8 millones de euros; Koné, por el que el club pagó 12 al PSV o Tom de Mul. Costó traerlo del Ajax 5 millones. Pero también llegó Seydou Keita (por 4), un jugador muy bueno que aportaría también gran rendimiento económico. Porque al año siguiente se va al Barcelona por 14 millones junto a Daniel Alves, que protagoniza una de las grandes operaciones del fútbol mundial: acabó dejando más de 37 millones. El volumen de ingreso total superó los 60 millones ese año, mientras el acierto en fichajes fue escaso: Konko (8.5), Romaric (8.5), Lautaro Acosta (7)...
El equipo de los títulos se disuelve definitivamente en el verano de 2010 con la venta de Adriano al Barça y Luis Fabiano al Sao Paulo. Venden bien a Squillaci y Konko y los ingresos se elevan hasta los 30 millones. Un año antes había llegado Negredo por 15 millones y este verano lo hacía Rakitic. En 2011 fichan a Babá por cerca de 3 millones y a Del Moral por más de 4, también a Reyes por 3,5. Pero si entró en el club batiendo récords con la venta de Reyes, también lo hace en su salida. Porque el pasado verano superó los 90 millones en traspasos, y alcanzó la mayor inversión del club en fichajes, con cerca de 35. . Con ello, al final de su etapa han sido unos 307 millones en ventas y 231 en fichajes.
