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Del piso oficial al señorito a caballo

El guión no cambia, se recrudece como la crisis. Da igual el tema. Ayer fue uno tan serio como la debacle económica y los 683.777 parados en la comunidad. El presidente de la Junta y el líder del PP-A cada jueves en el Parlamento, en su cara a cara, rebuscan en los cajones de su pasado político. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 18:19 h.

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El guión no cambia, se recrudece como la crisis. Da igual el tema. Ayer fue uno tan serio como la debacle económica y los 683.777 parados en la comunidad. El presidente de la Junta, Manuel Chaves, y el líder del PP-A, Javier Arenas, cada jueves en el Parlamento, en su cara a cara, rebuscan en los cajones de su pasado político y le dan a la moviola para intercambiar golpes bajos y consejos como: "Vaya usted al psicólogo", que le recomendó ayer el presidente al líder del PP.

Han hecho declaración de buenas intenciones y de cambiar el tono, pero sin éxito. Ayer Chaves equiparó al líder del PP a un señorito andaluz a la antigua usanza, con estampa en el pueblo natal, a caballo y todo. Su adversario no se quedó corto y rejoneó con la idea de un presidente "despilfarrador" que abusa del dinero público. Buscan darse donde más les duele y se embalan para disgusto de sus asesores, que admiten que el tono no les beneficia y que buscan convencer de que el otro golpeó primero y el suyo, tan sólo replicó.

Arenas ha desplegado dos estrategias en este pleno. Una suena a antigua. Acusa cada dos por tres a Chaves de financiar, en plena crisis, una "obra faraónica" en el Palacio de San Telmo, futura sede del Gobierno. La rehabilitación de este edificio emblemático del barroco sevillano se lleva 50 millones del Presupuesto. Arenas deja muy claro que él no vivirá allí -de eso se mostró seguro Chaves, pero por otras razones- y repite la gran campaña emprendida con la "lujosa residencia oficial" que ocupó Chaves en la Casa Sundheim, que dejó por la polémica.

Acusó a Chaves de "gastarse 14.000 euros al día", por incluir en el Presupuesto de la Consejería de la Presidencia 3,5 millones de euros bajo el epígrafe de "Otros", y se burló del presidente acusándolo de llegar acompañado de un corte de 50 asesores. [Entre el público asesores había tres, si se cuenta al portavoz del Gobierno].

El segundo gran argumento que los populares explotaron en el pleno versó sobre el dinero que la Junta tiene en los bancos. La administración es multimillonaria y además "especula" con los fondos públicos para lucrarse, según Arenas, que anunció que pedirán una investigación.

El PP incidió en la idea de que la Junta tiene un saldo medio en los bancos de 4.300 millones de euros y que, en vez de sacarlo para invertir o pagar a los proveedores, se los guarda y encima va y se endeuda en el Presupuesto de 2009. Griñán, atónito con el argumento, explicó muy claro que se dispone de ese dinero a principios de cada mes por transferencias del Estado o la UE pero no es suyo. Tal y como entra sale. Sólo el pago de nóminas de educación y sanidad son 1.000 millones. Las empresas públicas: 900. El vicepresidente fue muy gráfico: "El padre de familia que cobra su sueldo ¿se va y se compra un coche o guarda para pagar la hipoteca?"

Chaves, que para deleite de la oposición le pidió al PP su "receta mágica" contra el paro, dijo que no iba a entrar al trapo para no "enfangar", pero sostuvo que el líder del PP tiene "un problema" por considerarse "su bestia negra" cuando ha perdido ante él tres elecciones. Ahí le recomendó el psicólogo. Lamentó la oposición del PP en Andalucía, añorando el calor que Rajoy ha dado a las propuestas de Zapatero. "Como si estuviera usted en su Olvera natal, se sube al caballo, otea al horizonte y se pone a disparar a todo lo que se mueve", describió Chaves, que deslizó el piso oficial que Arenas ocupó en el Ministerio de Trabajo.

En mitad de la artillería verbal se colaron cifras y medidas frente a la crisis. El coordinador regional de IU, Diego Valderas, con dificultad para hacerse oir, arrancó a Chaves un compromiso: "No voy a permitir que ninguna empresa aproveche para despedir a trabajadores". Dentro de quince días, más.

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