Local

¿Demasiadas reinas?

La devoción del área metropolitana culmina con 20 coronaciones en la última década.

el 09 oct 2010 / 19:13 h.

TAGS:

Amigo Vallejo corona a la Virgen de la Soledad de Coria del Río en 2005.

¿Hay demasiadas coronaciones de vírgenes, como decía hace unos días en este periódico el nuevo vicario general de la Archidiócesis de Sevilla, Teodoro León? Ésta es la cifra y juzguen ustedes mismos si son demasiadas o no: 22 coronaciones en la última década en la provincia, es decir, a una media de más de dos por año. De éstas, la mayoría fueron en el área metropolitana, con nueve en la capital y 11 en su corona. El año de más celebraciones fue en 2005 con cuatro coronaciones.

En rigor hay que decir que el vicario general matizó que el exceso está en la capital hispalense, no tanto en los municipios, donde estas imágenes concitan una devoción más unánime, de todo el pueblo volcado, porque normalmente se trata de dar tan ilustre rango a su patrona.

La apuesta del vicario general pasa por regularizar jurídicamente los motivos por los cuales se puede coronar una imagen y limitar las salidas extraordinarias, sobre todo en la capital, que es donde más tienen lugar. Y no hay que olvidar que cada coronación conlleva al menos una salida extraordinaria, y luego llegan las de celebración de los aniversarios por tal momento.

La última vivida en la capital hispalense tuvo lugar hace unas semanas, con la Virgen de Regla, la segunda que se coronaba en 2010, ya que la precedió la Virgen de la Estrella de Valencina de la Concepción, que fue además con la que el recientemente llegado arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, se estrenaba en este ritual. El hermano mayor de esta última, Justo Benítez Marín, comenta que fue en 2006 cuando empezaron los trámites y en 2008 le fue concedida. "La devoción de una imagen del siglo XVIII, que es titular de la romería de Torrijos, la quinta más importante de la comunidad autónoma y declarada de Interés Turístico de Andalucía [y que hoy se celebra], creo que lo justifica plenamente y así se entendió en su momento", subraya. Sobre las declaraciones del vicario general no quiere entrar en polémica: "Entiendo que cuando una hermandad presenta su propuesta de coronación lo hace porque cree que está justificado por los requisitos que hay fijados".

En los mismos términos se expresa el secretario de la hermandad de la Virgen de la Oliva de Salteras, coronada en 2005. Para Alfredo Reyes, no hay duda de que "la mayoría de las coronaciones responden a una devoción realmente arraigada". En el caso concreto de esta venerada imagen de Salteras recuerda que el proceso se inició a comienzos de los 90 pero cayó en el olvido. Posteriormente, el entonces arzobispo de Sevilla tuvo ocasión de conocer personalmente a los miembros de la corporación. "Supo cómo trabajábamos por unas jornadas de confraternidad de jóvenes que se celebraban aquí, conoció la devoción en profundidad y fue el que nos propuso retomar el proyecto de coronación", señala.

La próxima que se sumará a esta nómina cada vez más extensa está fuera del área metropolitana. Será la patrona de Lebrija, la Virgen de Castillo, por petición expresa del Papa, Benedicto XVI. El arzobispo de Sevilla anunció durante una visita que realizó al municipio el acontecimiento, previsto para octubre de 2012.

Los orígenes de esta ceremonia se remontan al siglo XVI. Las predicaciones del capuchino Jerónimo Paolucci concluían con una coronación de la imagen que arrastrara una mayor devoción en el lugar de sus misiones. Originalmente los requisitos para este privilegio exigían un siglo de antigüedad material de la imagen y una reconocida y extendida devoción. En el siglo XX se vivió una pequeña explosión del fenómeno, aunque no a los niveles actuales, que llegó cuando el Papa Juan Pablo II delegó en los obispos la facultad de concederlo. Y se comenzó a primar otros aspectos, lo que a su vez propició un aluvión de coronaciones en la provincia bajo el mandato del hasta hace poco cardenal de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo.

Las convalidaciones de las antiguas imposiciones de coronas para alcanzar el actual valor canónico constituyen un capítulo insólito dentro de este alambicado y burocratizado privilegio. En la última década dos de este tipo fueron validadas, lo que significa también que impera la última fecha: la Virgen de los Remedios de Mairena del Alcor y la Virgen de la Caridad en su Soledad de Sevilla, ambas en 2009.

  • 1