Estaban cazando en un coto privado, en época de veda, utilizando medios de captura prohibidos, sin autorización y fuera del horario establecido. Pero esas dos personas tuvieron mala suerte, porque varios agentes de la Guardia Civil, que prestaban servicio, los sorprendieron mientras realizaban dicha actividad ilícita.
El período para la caza se establece entre una hora antes de la salida del sol y una hora después de su puesta. Pero estos dos vecinos de Villamartín (Cádiz), estaban realizando esta práctica en plena noche, bajo la luna llena, con el fin de no tener que utilizar luces artificiales.
Una vez fueron descubiertos, los agentes avisaron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Lebrija que, junto a guardas de campo de Utrera, se personaron en el lugar. Allí pudieron incautarse de seis hurones y 17 redes, e identificaron y denunciaron a estas dos personas. Además, al cazar utilizando los citados animales, de forma indiscriminada, ya habían provocado la muerte a nueve hembras de conejo en estado de gestación.
Según explicó el Instituto Armado, el desarrollo de este operativo ha sido gracias a las buenas relaciones existentes entre la guardería de campo y la Guardia Civil. Para ello, ambos protagonizan periódicamente reuniones y charlas informativas que el Cuerpo imparte a los guardas de coto.
