Una pareja de Écija ha denunciado al hospital de la ciudad, al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía por la muerte de su primera y única hija, que nació muerta por una presunta mala atención médica. El matrimonio reclama una indemnización de 120.000 euros.
La cantidad se reclama en concepto de daño moral, lucro cesante "y por todos aquellos otros que pudieran corresponder, más intereses legales que correspondan", según la demanda interpuesta por el abogado ecijano Fernando Osuna, que resume el motivo de la misma en que la madre "no fue bien atendida en el hospital: lo fue por un enfermero, que no está capacitado ni tienen conocimiento para hacerlo y que, además, fue muy pasivo y nada diligente", afirma.
Los hechos tuvieron lugar en el verano de 2006. La mujer, María del Carmen, ingresó en el hospital poco antes de la 1.10, con dolores "cada vez más intensos", declara. Allí fue atendida por un enfermero que ya la había atendido el día anterior, "sin que me pasara con el obstetra en ningún momento". El registro en monitores - que le hizo el mismo enfermero - en ese momento fue "absolutamente normal", según María del Carmen.
De hecho, las distintas pruebas que se le hicieron hasta el día antes de ingresar en el hospital determinan una morfología fetal normal, exceptuando un hematoma retroplacentario detectado a las seis semanas "que requirió reposo"; por lo demás, el embarazo era normal, según la demanda de los padres.
La madre asegura que no recibió vigilancia ni asistencia médica "a pesar de que estuve toda la noche vomitando" hasta las 6.00 horas, cuando fue de nuevo atendida por el mismo enfermero que, más de cuatro horas más tarde, le administra estimulación con Oxitocina, sin la presencia del obstetra, que es el profesional encargado de controlar este tratamiento.
El obstetra no intervino en el tratamiento hasta las 11.20 horas y "por casualidad", según la denuncia. El médico comprueba la gráfica de la paciente "y la cataloga de patológica". Quince minutos más tarde, nacería la niña muerta por "falta de oxígeno prenatal mantenida", con parada cardiaca, meconio en aguas residuales y el cordón umbilical al cuello y en bandolera.
Para el letrado de la pareja hubo una falta de asistencia médica, que fue practicada por un enfermero no capacitado para la misma. El parte médico, además, y según Fernando Osuna, "trata de justificar algo que no se sostiene y de echar balones fuera".
