Hace apenas tres meses que se rehabilitó el molino de Vadalejos y ya corre peligro por el vandalismo. Los ecologistas de la asociación Alwadi-ira denunciaron ayer la dejadez del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra respecto a este monumento.
En concreto Alwadi-ira dirigió hace unos días un escrito a la concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra para comunicarle que el mencionado molino, "acondicionado y restaurado hace escasos meses, se encuentra totalmente abandonado".
Concretamente este colectivo asegura que al estar abiertas las puertas, en principio con el objetivo de que los ciudadanos puedan ver el interior del edificio, ya se aprecian destrozos en el suelo de dos dependencias e incluso pueden verse algunas pintadas dentro. Según ellos, el abandono no sólo afecta al molino, sino a su entorno, ya que por ejemplo la basura comienza a acumularse en los alrededores de la fuente de La Judía, otro monumento que acaba de ser recuperado y que incluso se pretende que vuelva a funcionar como lo hacía hace unos años.
Los ecologistas exigen por ello a Medio Ambiente que se tomen las medidas oportunas para que se subsane esta situación y se establezca una vigilancia y un plan de mantenimiento adecuado que permita "que no se tire por la borda el dinero público empleado en la reciente rehabilitación y acondicionamiento de este molino". De momento, y mientras se subsanan los desperfectos, el molino quedará cerrado.
Por otra parte, Alwadi-ira no duda en asegurar que esta problemática vuelve a poner de manifiesto una asignatura pendiente que no es otra que "el uso y puesta en valor de los molinos de la ribera del Guadaíra objeto de restauración".
La reciente remodelación de esta construcción tiene un interés añadido, ya que no es un molino de ribera, sino de cubo. Esto significa que en lugar de tomar agua del río Guadaíra lo hacía de un manantial, por lo que no está en la orilla de la cuenca, sino algo más arriba. En este caso el manantial del que se surtía era el arroyo que alimentaba la fuente de La Judía, que también fue restaurada junto al molino. Sus aguas se conducían hasta el interior del molino y la fuerza de la caída era la que hacía que se movieran las piedras. Se trata de un rico patrimonio de Alcalá de Guadaíra, ciudad célebre en el pasado por el pan que salía de sus molinos, en cuya recuperación se trabaja actualmente.
