La rata que el año pasado atacó a una vecina del Tiro de Línea
El mismo día en el que se cumple un año del ataque de una rata a una vecina del Tiro de Línea, la asociación de vecinos ha vuelto a denunciar que las pérgolas del parque Felipe II son un nido de roedores que tienen minado el barrio, por lo que reclaman al distrito que quite las pérgolas y que realice un plan especial de desratización, porque al veneno normal los roedores ya se han acostumbrado y no les hace nada, según explicó a este periódico María Luisa García, presidenta de la asociación vecinal Santa Genoveva-Tiro de Línea.
La entidad presentó la última de sus peticiones al distrito y al Zoosanitario el pasado 10 de julio, sin haber obtenido respuesta alguna ni haber recibido la visita de los técnicos de este organismo municipal. En todo caso, García asegura que conoce a trabajadores del Zoosanitario que suelen acudir a la zona y que le dicen que lo único previsto es el reparto de veneno habitual, cuya ineficacia ha quedado demostrada. Yo lo que sé es que las ratas tienen nuevas crías cada 21 días y que la situación, que nunca se ha solucionado, va a empeorar si no se hace algo de una vez, insiste la portavoz vecinal.
Quien ayer se acordó de las plagas de ratas que el año pasado azotaron barrios como el suyo, Torreblanca o San Jerónimo cuyos vecinos grabaron un vídeo en el que se veían docenas de estos animales saliendo de un contenedor de basura fue Mónica Toledano. A esta vecina de la avenida de Los Teatinos una rata le arañó un ojo mientras dormía el verano pasado. Luego, el animal se atrincheró en su cuarto y los técnicos municipales tardaron una semana en cazarlo. Justo hoy hace un año que empezó la aventura: un lunes entró el bicho en mi casa, el martes me arañó y hasta el lunes siguiente no consiguieron cogerlo, lo tuve a pensión completa una semana, recordaba ayer con humor. Este año no ha sufrido el mismo problema, claro que tras aquel incidente adopté un gato, según aclaró con ironía.
También se han puesto manos a la obra para solventar por su cuenta la presencia de estos animales los vecinos de San José de Palmete, que han decidido tapar con rejillas los husillos para evitar que salgan los animales, tras numerosas llamadas en vano al distrito y al zoosanitario. Empecé a llamar el año pasado cuando detecté los animales, pero ni siquiera vinieron. Y este año estamos igual, explicaba ayer Juan Manuel Expósito, vecino de la calle Fraternidad que el lunes participó en la caza de uno de los roedores que campan por el barrio. El cadáver del bicho ni siquiera fue retirado por la limpieza municipal sino que los propios vecinos tuvieron que quitarlo. Las ratas empiezan a salir de las alcantarillas por la noche y ya no paran, las vecinas mayores no se atreven a sentarse al fresco en las puertas de sus casas y los que tienen niños están asustados, explicaba este vecino.
El presidente de la asociación del barrio, Juan Luis Jaén, aclaró que no cree que el fenómeno tenga por ahora categoría de plaga como otros años el pasado verano también pidieron al zoosanitario que desratizara, pero admitió que varios vecinos se quejaron de pequeños roedores hace unas semanas: A lo mejor eran las crías, que ya han crecido.
