Desde la Federación Andaluza de Drogodependencias y Sida Enlace y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía se denunció el déficit en asistencia sanitaria que presentan las cárceles andaluzas.
Un informe elaborado por Enlace delata que el personal sanitario de las prisiones es de atención primaria y no está preparado para tratar las enfermedades. Hay un sólo médico por cada 162 presos, un enfermero por cada 127 y un psicólogo por cada 310 personas reclusas. A esto se añade el "desmesurado hacinamiento" de las cárceles que se encuentran al 173% de su capacidad.
Desde Enlace se reivindicó la inmediata transferencia de la sanidad penitenciaria al Servicio Andaluz de Salud, quedebería haberse efectuado antes del 1 de diciembre de 2004, tal y como establece la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. El informe, realizado con motivo del 1 de diciembre, Día Mundial del Sida constata que las prisiones concentran las mayores tasas de enfermedades infecciosas graves.
El 41% de las personas en prisión padecen Hepatitis, el VIH tiene una incidencia del 18,6%, un 4,2% de los presos padecen Sida y un 5% Tuberculosis. Los datos señalan también la incidencia en aumento de la enfermedad mental en prisión, con un 25,7% de presos que sufren trastornos psicopatológicos.
Estos casos se combinan cada vez más con drogodependencia. Enlace denunció también que no existan programas específicos para los problemas mentales ni especialistas que realicen un seguimiento adecuado, así como que se pierdan citas en consultas externas por falta de policía y conductores de ambulancia.
