La envasadora de aceites Deoleo, propietaria de las populares marcas Carbonell y Koipe, confirmó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ya había recibido varias ofertas de compra para el paquete de acciones en manos de antiguas cajas de ahorros actualmente reconvertidas en bancos que quieren salir del negocio. Ninguna de ellas alcanza siquiera el valor de cotización de la empresa en la bolsa española, según detalló el propio consejero delegado del grupo agroalimentario, Jaime Carbó Fernández, en su comunicado remitido a la CNMV. Un trabajador de la compañía aceitera Deoleo en la fábrica cordobesa de Alcolea. / EL CORREO La aceitera encargó el pasado noviembre a la sociedad J.P. Morgan Limited una rápida búsqueda de socios ante la decisión de varias entidades financieras de salir de su capital, rastreo que se hizo urgente tras el anuncio de que Antonio Hernández Callejas abandonaba su consejo de administración y que la compañía que éste preside, Ebro Foods, iniciaba un proceso de desinversión accionarial de venta de títulos. De hecho, esa espantada del empresario sevillano marcaba un antes y un después para la siempre frágil estabilidad societaria de la envasadora, puesto que él fue precisamente el caballero blanco que garantizó la españolidad de Deoleo, inyectó dinero al fresco al adquirir su división arrocera (SOS) y, con semejante apuesta, imprimió cierta tranquilidad a la aceitera, a su diverso accionariado, al mercado bursátil y, además, al conjunto del sector de los aceites de oliva y de semillas. Aquel rastreador ha seleccionado «un número reducido de grupos interesados en participar en el proceso de reordenación de la base accionarial y de obtener una mayor estabilidad financiera», aseveró Jaime Carbó. Se trata, matizó, de ofertas indicativas, «no vinculantes», pero «todas ellas están por debajo del precio de cotización reciente de la acción (de Deoleo) sin que pueda preverse el precio al que finalmente puedan cerrarse las ofertas definitivas (de compra)». Veamos. La entidad nacionalizada Bankia posee un 18,623 por ciento del capital de Deoleo, porcentaje heredado de Caja Madrid, y quiere vender. Caixabank dispone del 5,282 por ciento que asumió de la antigua Banca Cívica en la que se integraba Cajasol, y también quiere decir adiós. Y la vasca Kutxabank conserva un 4,84 por ciento y aspira a seguir el mismo camino de las anteriores. En principio, la aceitera habría recibido ofertas para adquirir ese 28,745 por ciento conjunto. A cierre del pasado viernes, antes del comunicado a la CNMV la acción de Deoleo cotizaba a 0,41 euros, con una capitalización o valor bursátil global de 473,42 millones de euros. El hecho de que su consejero delegado concretara que las sociedades interesadas habían concebido ofertas a la baja quiere decir que no están dispuestas a pagar lo que marca el mercado justo en la sesión de ayer perdió en el parqué madrileño un 1,22 por ciento. ¿Por qué? Primero, el de los aceites es un negocio con escaso margen de beneficio, y eso echa para atrás a los fondos de inversión. Segundo, el Estado podría intervenir si la nacionalizada Bankia permite la pérdida de españolidad de un grupo que es el gran referente internacional del aceite de oliva español. Y tercero, que ese 28,745 por ciento no otorga el control de la empresa, salvo que se agregue a alguno de los actuales dos socios industriales: Ebro Foods que no quiere y la cooperativa malagueña Hojiblanca, que con su 9,965 por ciento está llamada a jugar un papel clave, máxime teniendo en cuenta que el también malagueño Unicaja Banco tiene el 11,349 por ciento. No en vano, los movimientos se multiplican en el olivar andaluz para acudir al rescate de Deoleo, animados y reconocidos por la propia Consejería de Agricultura. ¿Problema? El de siempre: la falta de unidad. 4Interesadas. El baile de novias para Deoleo es muy amplio. El runrún apunta desde Sovena, aceitera portuguesa que tiene su fábrica en la localidad sevillana de Brenes, hasta la cooperativa malagueña Hojiblanca necesitaría un decisivo apoyo de entidades financieras o de otros grupos olivareros hasta las multinacionales agroalimentarias o de servicios agrarios Cargill o Bunge, pasando por fondos de inversión o de capital riesgo como CVC, Carlyle o PAI Partners. LAS CLAVES Fondos. Los fondos de inversión no son ajenos a Deoleo. En su accionariado ya están Fidelity Internacional Limited, con algo más del 2 por ciento, y Mao Holdings Cayman Limited, con el 1,89 por ciento. Italia. Otros de los interesados sería el Fondo Strategico Italiano, que reaccionaría así al control ejercido por Deoleo sobre las marcas de aceite de oliva de Italia Bertolli, Carapelli o Sasso, de las más renombradas de ese país. Sería un intento de recuperar su propio sector. Variedad. La necesidad de lograr una estabilidad de socios se debe a la complejidad de su actual accionariado, con una mezcolanza de participaciones heredadas y que no casan con las estrategias de las entidades financieras. No quieren estar. Andalucía. Para la comunidad Deoleo es estratégica al ejercer un gran poder de arrastre sobre las compras de aceite de oliva a las cooperativas y determinar los precios. Resultados. Deoleo registró un beneficio neto de 9,1 millones de euros en los nueve primeros meses de 2013 y facturó 587,2 millones, un 6,3 por ciento interanual menos.