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"Dependemos de la solidaridad y ésta, afortunadamente, no está en crisis"

Esta aragonesa, donante de sangre, claro, lleva toda su vida dedicada a concienciar de la necesidad de ser generosos con el otro.

el 26 nov 2011 / 20:14 h.

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Elena Franco, en la sede de Cajasol en la Plaza de San Francisco, donde se ha celebrado el tradicional maratón solidario de donación de sangre.
Elena Franco, aragonesa de nacimiento, llegó a Sevilla hace seis años para dirigir el Centro de Transfusión Sanguínea (Avenida Manuel Siurot, 39. Teléfono 955 009 900). Y esta misma semana ha celebrado con él su 20 aniversario. Esta médico especialista en hematología no habla, susurra. La mejor manera quizás para convencer de la necesidad de hacerse donante de sangre. Al menos, hasta que un científico invente en su laboratorio la sangre artificial, que todo se andará.

 

-¿Cuántas vidas pueden salvarse con un maratón de donación?
-Si la media en la que estamos es de 300 donaciones, multiplíquelo por tres, porque de cada donación se obtienen tres productos (hematíes, plaquetas y el plasma) y con ellos podemos tratar a tres pacientes.

-Para maratón el que está haciendo el Centro de Transfusión Sanguínea con los viajes por toda la provincia para aumentar las donaciones. ¿Los sevillanos se han concienciado de la necesidad de donar sangre?
-Ésa es una de las tareas difíciles: ir creando cultura de la donación de sangre. Y no solo con nuestra presencia sino con el conocimiento de la necesidad de donaciones, lo que se hace con ellas... Nadie puede negar que para el soporte del sistema sanitario (operaciones, tratamientos de enfermos con cáncer, quemados o leucemias) es necesario un producto que no se puede fabricar, que solo podemos obtener por las donaciones voluntarias altruistas. Dependemos de la solidaridad de los otros.

-¿Cuál es el principal reparo?
-Algunas personas para su primera donación no saben cómo va a ser, está el temor al pinchazo, que por cierto, no duele...

-¿Cuál es el perfil?
-Todavía es hombre y el 72% está entre los 18 y los 55 años.

-Y como en todo hay excepciones, ¿cuál es el donante más mayor y el más joven?
-La Ley permite donar desde que uno cumple los 18 años. Y los hay. Por eso nosotros empezamos la promoción de la donación no solo en la universidad sino en algunos institutos.

-En los últimos tres años es inevitable preguntar a cualquier entrevistado cómo afecta la crisis a su ámbito profesional. ¿Cómo la está notando el Centro de Transfusiones de Sevilla?
-Nuestra obligación como directivos es ser lo más eficientes en el trabajo. En estos momentos, yo diría que la crisis no ha tenido una repercusión en el Centro.

-Porque la solidaridad no está en crisis ¿no?
-Afortunadamente. Es posible que pudiésemos decir incluso que la solidaridad va in crescendo.

-Una buena noticia con la que está cayendo. En cualquier caso, ¿han detectado que alguien se haya acercado a donar sangre buscando desde comer algo después de la donación a pedir dinero por ello?
-No, no, en absoluto. Nunca. Afortunadamente no.

-¿Cuál es la cosa más extraña que les ha ocurrido en una donación? Está el clásico que se desmaya.
-Bueno, eso es casi un mito. Es algo muy muy infrecuente.

-¿Desde cuándo está relacionada con este mundo de las donaciones de sangre?
-¡Uf, toda mi vida profesional! Entré en este tema recién salida de la Facultad de Medicina en Barcelona y desde mediados de los 70 empecé a trabajar en bancos de sangre.Así que llevo toda mi vida profesional dedicada a esta parcela.

-Preguntarle si es donante se lo puede tomar como un insulto entonces...
-Sí, sí, lo soy (ríe).

-Decía antes que para lo bueno y para lo malo dependemos de la solidaridad en esta materia porque todavía no se ha conseguido fabricar sangre. ¿No cree que la ciencia pueda avanzar en este terreno?
-Hace años que se está intentado encontrar algún sustituto de alguna de las múltiples actividades que realiza la sangre en nuestro organismo y no se ha conseguido. No sé lo que ocurrirá en el futuro pero, hasta el momento, no se han obtenido resultados.

-¿Diría que la sangre es lo más importante de nuestro cuerpo?
-No puedo decir eso, pero sí que tenemos dos riñones y sin uno se puede vivir bien.

-¿Las donaciones de sangre han tocado techo?
-Nunca se puede predecir a largo plazo. A corto y medio plazo es nuestra obligación ir preparándonos. Techo no hemos tocado pero hay acciones que se están haciendo no solo para conseguir donaciones sino para que en el tratamiento a cada enfermo éste consuma la cantidad que necesita de hemoderivado y no más. Es verdad que cada vez vivimos más. Tenemos que ver cuál es la evolución demográfica para conocer por dónde irá el consumo.

-Durante el año hay varios momentos en los que se hacen llamamientos a la donación ante la falta de reservas. ¿Se viven con angustia esos periodos? ¿Se puede contar con las reservas de otros centros?
-Tirar de otros sitios es vivir de la solidaridad de otros centros. Solemos tener las situaciones controladas para evitar urgencias.

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