Una niña de cuatro años fue expulsada del Centro de Internamiento (CIE) para extranjeros de Málaga y deportada junto a su madre, Esther Benedu, sin haber informado previamente al padre, Sony Benedu, que sigue internado en dicho centro.
El portavoz de la Coordinadora de Inmigrantes, Gerardo Márquez, denunció el hecho de haber tenido durante más de 20 días a la menor de cuatro años encerrada en un centro de internamiento, y explicó que su organización no ejecutó la denuncia antes porque los padres no querían que los separasen de su hija.
Los hechos sucedieron cuando una letrada de la asociación se reunió con Sony Benedu, que reclamó que llevaba sin ver a su mujer e hija dos días, lo que le permite enterarse de que ambas fueron deportadas, según la coordinadora a Nigeria, sin previo aviso. El padre tuvo que ser atendido por los servicio médicos del CIE "debido al impacto que le produjo la información". "En primer lugar, consideramos una aberración que se interne a una niña en un centro que, según un informe de la Unión Europea, es el que en peor condiciones está de todo el continente", indicó Márquez, que pese a estar en contra de la deportación, afirmó que "al menos podrían haber evitado dividir a la familia y no causar este drama".
"Es necesario acabar con este despropósito", insistió el portavoz de la Coordinadora de Inmigrantes de Málaga, que recordó que la no tenencia de información supone una falta administrativa, nunca un delito, "por lo que cada vez son más las voces que exigen el cierre de los centros de internamiento para extranjeros".