Los vertidos al Guadiamar de la industria del aderezo de la aceituna son hoy el principal problema medioambiental de la comarca Aljarafe-Doñana. Un estudio realizado sobre el sector recomienda una serie de infraestructuras necesarias cuyo coste superaría los 20 millones de euros.
Según el informe, habría que construir en Pilas una planta comunitaria para los vertidos de las empresas pequeñas -con un caudal inferior a los 15.000 metros cúbicos al año, en total unas 30-, y una individual en cada una de las ocho grandes. A esta propuesta concreta hay que sumar la creación de un centro de gestión de los vertidos, también en Pilas -en esta localidad se asientan el mayor número de empresas de la aceituna de mesa y concentra la mayoría de las balsas de evaporación-, junto a siete estaciones de supervisión, tres en distintos puntos de la cuenca y los otros cuatro en puntos críticos de vertidos de efluentes: Umbrete, Huévar del Aljarafe, Aznalcázar y Pilas.
El estudio sobre minimización de los residuos, que fue presentado el miércoles en Sanlúcar la Mayor, dentro de la jornada técnica sobre la aceituna de mesa Una producción sostenible, presente y futuro, nace tras el encargo de la Fundación Doñana 21 y la Asociación para el Desarrollo de Aljarafe-Doñana (ADAD), con la financiación de la Consejería de Agricultura y Pesca.
El evento, al que asistieron más de 200 empresarios de Sevilla y Huelva, fue inaugurado por el alcalde de Sanlúcar la Mayor, Juan Escámez (PSOE) y la directora general de Producción Agrícola y Ganadera de la Junta, Judit Anda Ugarte, quien destacó que uno de los grandes retos del sector es "solucionar los problemas medioambientales", y afirmó que "estamos incorporando técnicas más sostenibles dentro de las explotaciones agrícolas y ganaderas que nos permitan trabajar con garantías de sostenibilidad, como la producción integrada y la producción ecológica".
El director de Doñana 21, Juan Cruz, destacó en la presentación del estudio que éste "se plantea como un impulso a la innovación en un producto en el que Andalucía, y en especial esta comarca, es líder mundial". Además insistió en que "el sector debe hacer un esfuerzo por la eliminación de sus impactos ambientales, al mismo tiempo que mantiene su carácter de excepcional producto saludable".
El proceso . El gerente de ADAD, Alfredo Florencio, señaló que la iniciativa partió "porque veíamos el problema del río". Por esta razón la primera parte ha sido "comprobar cuántas empresas vierten al Guadiamar y caracterizar cada uno de los vertidos de las industrias, porque no en todas es igual". Florencio destacó que, aunque se han dado soluciones para cada una de las industrias en función de su tamaño, "el problema de los vertidos lo tienen todas, grandes y pequeñas".
El estudio propone extender el sistema que ya funciona con éxito en la empresa Escamilla, de Umbrete, desde finales de 2007. Se trata de un sistema de tratamiento biológico con el que se logra una depuración prácticamente integral. El gerente de ADAD afirmó que "los industriales están muy concienciados y habría que buscar un sistema de depuración integral de toda la cuenca. La empresa privada sabe que la depuración de los vertidos es una necesidad urgente". Por esta razón, pese a la crisis -casi el 50% de la aceituna se exporta al extranjero y se ha frenado bastante- están dispuestos a invertir en una producción sostenible.
