Écija y Sevilla At. disputan a partir de las cinco de la tarde el tercer derbi sevillano de lo que va de temporada en Segunda B. El filial rinde visita al sorprendente Écija con el objetivo de poner punto final a la racha de siete jornadas sin conocer el triunfo. Por su parte, los astigitanos buscan consolidarse en la zona noble y guardar en el saco puntos que le pueden hacer falta cuando la competición avance.
Tras una planificación deportiva hecha a última hora, el buen trabajo del orgranigrama ecijano, con el técnico Risto Vidakovic a la cabeza, ha hecho posible que un año que parecía que iba a convertirse en una pesadilla se esté tornando en sueño. De hecho, desde la Ciudad del Sol los aficionados anhelan repetir el éxito de hace dos años, cuando la mala fortuna y un nefasto árbitro privaron a los azulinos del asalto a Segunda.
Ahora, y con los pies en el suelo, la meta está en amarrar cuanto antes posible los puntos para la permanencia. Algo que no es baladí si se echa la vista atrás unos meses. Ese objetivo es el que parece encomendado también al filial franjirrojo. Los de Diego Rodríguez siguen sin encontrar los resultados que le hagan justicia a su fútbol y parece que la frustración se instala poco a poco en un vestuario que no baja los brazos.
Los siete partidos consecutivos sin vencer pesan como una losa en un conjunto que a buen seguro cambiaría la imagen por tener algunos puntos más en su casillero.La ya de por sí complicada visita a San Pablo se antoja aún más tras conocerse las bajas de Juan Martín, Cala y Víctor Díaz. Los ecijanos, por su parte, recuperan a los ‘tocados’ Angulo, Valverde y Espada y salvo Coco, sancionado, saldrán con el once de gala ante su gente.
