Cada año en la vida de Jesús Calleja, conductor de Desafío extremo (Cuatro), nos deja aventuras y adrenalina suficientes para toda una vida. Fiel a su idea de que no hay nada imposible, el leonés se ha propuesto añadir a sus etiquetas montañero y piloto las de buzo experto y conductor de caravanas del desierto. A lo largo de 2010 Jesús Calleja se ha lanzado a recorrer mundo para contarnos, con su peculiar estilo, cómo meterse en líos en cuatro continentes, implicar en ellos a sus amigos, salir más que airoso de tanto embrollo y sobre todo, dejarnos boquiabiertos con un planeta que nos descubre y muestra como nadie.Calleja añade esta temporada más destinos, más diversos, más compañeros y retos más complicados para un hombre acostumbrado a la montaña y el aire fresco de las cumbres. Necesita conocer sus límites y demostrar que puede enfrentarse a situaciones desconocidas que se hallan en el extremo opuesto de las aptitudes de un montañero. El buceo en cuevas y la conducción de una caravana de dromedarios requieren aprendizaje, valor, entusiasmo y también una buena ración de cabezonería y desprecio del peligro. Desafío extremo suma a su catálogo de expediciones una aventura africana en la tierra de los gorilas, una travesía glaciar en Patagonia, una escalada arriesgada en la canal de hielo más larga de España, en los Picos de Europa leoneses, el peligrosísimo espeleobuceo en los cenotes del Yucatán, el ascenso a la gran montaña sagrada de Japón -el monte Fuji-, una travesía por las arenas ardientes del desierto de Omán y una expedición de buceo en Nepal (¡sí, buceo en el techo del mundo!). Si este recuento ya es de por sí prometedor, recordemos que Jesús Calleja consigue emoción allí por donde pasa y es un maestro en el arte de las coincidencias afortunadas y desafortunadas. Una de las expediciones de este año, sin ir más lejos, le llevó a disfrutar de la erupción del volcán islandés "de nombre impronunciable".