Pero la tensión aumentó cuando unos cinco, que lograron saltarse los controles de seguridad y colarse en el interior, se levantaron de sus asientos al acercarse Griñán al atril e increparon al presidente al comenzar su discurso, por lo que fueron desalojados por las fuerzas del orden.
Durante su intervención, Griñán expuso que es el PSOE el que defiende a los empleados públicos frente al PP que "prefiere privatizar" y aseguró que "ni los Expedientes de Regulación de Empleo ni la reducción del tamaño de la Administración" están en su agenda tras alabar la labor de los funcionarios al frente de las "áreas más importantes de la vida" como la sanidad o la educación. En respuesta a las protestas, Griñán defendió que "otros utilizamos la palabra para el diálogo y, sobre todo, antes de la palabra utilizamos el pensamiento, cosa que es muy aconsejable".
Desde el PP-A, la portavoz Rosario Soto instó a la Griñán a escuchar a "todas las partes" ya que "asumen haberse equivocado".