El recalentamiento de un transformador en el sótano de la delegación de Economía y Hacienda, en el Coliseo España de la Avenida de la Constitución, generó apenas un poco de humo, pero hizo saltar la alarma y hubo que desalojarlo durante toda la mañana. Se vieron escenas insólitas, como la de una jefa de servicio que atendió a numerosos usuarios en plena calle.
Decenas de personas que acababan de llegar a las ocho de la mañana a su trabajo en la delegación de Hacienda de la Junta fueron desalojadas en torno a las nueve menos diez por la Policía Local y los Bomberos, alertados del fallo eléctrico por el Cecop.
La mayoría de los empleados no llegó a saber cuál era el problema hasta que estuvo fuera, ya que apenas se produjo una leve humareda en el sótano, pero las alarmas saltaron y se activó el protocolo de salida. Los Bomberos apagaron el conato de incendio en unos minutos, pero los empleados no pudieron regresar a sus puestos de trabajo, ya que se solicitó un corte de luz para tratar de arreglar el transformador y horas después los técnicos seguían sin conseguirlo.
Sobre las once, algunos responsables del servicio optaron por indicar a sus trabajadores que podían marcharse, ya que se preveía una reparación compleja que duraría hasta por la tarde. Sin embargo, la evacuación se había realizado tan aprisa que muchos trabajadores ni siquiera habían tenido tiempo de coger sus teléfonos móviles, las llaves del coche o el bolso, y como no podían entrar a por sus pertenencias, se vieron obligados a seguir esperando en la calle. Muchos aprovecharon para hacer recados: desayunaron, fueron al banco... cuando volvían, todo seguía igual.
Junto a ellos, muchos ciudadanos también aguardaban porque tenían que realizar trámites en la delegación y "nadie aclara si van a tardar mucho en volver a atender", como se quejaban dos usuarios que llevaban dos horas esperando y no quitaban ojo al cordón policial por si los dejaban pasar.
No se puede decir, sin embargo, que los trabajadores no pusieran de su parte: una jefa de servicio se dedicó a atender a los usuarios en plena calle, respondiendo a los que sólo tenían preguntas, remitiendo a la página de Hacienda en internet a los que podían hacer sus gestiones desde casa e incluso apuntando en una lista a los que tendrían que volver otro día para que no tuvieran que guardar cola.
"A mí me pagan por esto todos los días", decía resuelta entre consulta y consulta, atendidas en los bancos de la plaza de Adolfo Rodríguez Jurado, justo enfrente del Coliseo España. "Es lo menos que puedo hacer, intentar que no tengan que venir otro día si no es necesario, ya que se han quedado esperando".
