Al menos 214 emigrantes han desaparecido y 20 han perdido la vida tras el naufragio de una vieja embarcación pesquera de madera, con la que pretendían llegar a Italia desde las costas libias.
El jefe de la delegación de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Trípoli, Laurence Hart, explicó ayer a Efe que los 257 emigrantes viajaban en una embarcación de dos niveles con capacidad para 50 pasajeros. Los guardacostas libios encontraron los cadáveres de 20 de ellos y consiguieron rescatar con vida a entre 21 y 23, pero se desconoce la suerte del resto de los náufragos, cuyas posibilidades de haber sobrevivido son ínfimas.
El barco naufragó a unas 50 millas marinas al oeste de Trípoli, por lo que se excluye la posibilidad de que los emigrantes hayan podido alcanzar a nado la costa, según fuentes libias. El responsable de la OIM manifestó que es "muy incierta" la eventualidad de que aparezca algún náufrago con vida y explicó que las operaciones de rescate de los guardacostas libios han concluido.
En el viejo pesquero de madera viajaban personas de múltiples países de Asia, África del norte y subsahariana. Entre los ocupantes del bote había indios, paquistaníes, bangladeshíes, somalís, eritreos, egipcios, tunecinos, argelinos y de otras nacionalidades, precisó Hart.
La entrada en vigor a mediados del próximo mes de mayo del acuerdo firmado el pasado febrero entre Libia e Italia, cuyo fin será el de organizar patrullas marítimas conjuntas de control de la emigración ilegal, parece haber empujado a cientos de personas a intentar cruzar el Mediterráneo antes de esa fecha.
Los guardacostas libios también perdieron el rastro de otros dos barcos que fueron avistados en la zona, aunque se desconoce si se trata de embarcaciones de pesca o de transporte de ilegales. Según confirmó Hart, otro barco de madera con 356 clandestinos a bordo estuvo a punto de zozobrar el pasado lunes frente a las costas de El Bouri, cerca de Trípoli, y todos los ocupantes pudieron ser rescatados por los guardacostas libios.
Ante el refuerzo del control en el Estrecho de Gibraltar y en el oeste del Magreb, las costas libias se han convertido durante los últimos años en el principal punto de partida de los ilegales que intentan alcanzar las costas europeas.
Miles de habitantes del África negra llegan hasta Libia tras atravesar el desierto del Sahara, y sobreviven como pueden en el país magrebí antes de intentar cruzar el mar Mediterráneo. Algunos de ellos mueren deshidratados en el desierto antes de poder llegar a las ciudades de la costa de Libia.
