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Desayuno con Cervantes

Una asociación vecinal de Pío XII propone un nuevo concepto de bar en el que los clientes comparten mesa con grandes obras clásicas, cuentos infantiles y hasta libros de autoayuda

el 12 ago 2013 / 23:00 h.

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Vecinos de Pío XII leyendo un libro en la terraza del bar Tesón. Vecinos de Pío XII leyendo un libro en la terraza del bar Tesón. La conocida película de Blake Edwards hizo que muchas generaciones soñaran con vivir en primera persona aquella escena de Audrey Hepburn ante el escaparate de Tiffany’s. De hecho, en el álbum de los viajes neoyorquinos nunca falta la foto que reproduce el mítico Desayuno con diamantes. La intención de estos vecinos de Pío XII no es tan cinematográfica (de momento), aunque sí se han embarcado en el ambicioso proyecto de implantar en el barrio un desayuno diferente, con extra de cultura, en el que el café y las tostadas conviven con los personajes literarios de Cervantes, Delibes o García Márquez. Es lo que puede encontrar si acude al bar El Tesón, junto a la Cruz Roja de la Macarena. Allí las letras se cuelan en la cazuela para mayor deleite del que pide un café con tostadas por la mañana o unas tapas al mediodía. Todo lo que aquí se sirve viene acompañado de un libro, cuya temática puede elegir el cliente entre una variedad de casi cien títulos disponibles en un lugar próximo a la barra que han bautizado como la biblioteca del bar. La lectura es gratuita y opcional, aunque “siempre recomendada” por el encargado del establecimiento, Ángel Sánchez, que es también el presidente de la asociación vecinal Amigos del Cartero Real-Huerta del Hierro, responsable de todo esto. La entidad, dedicada a realizar actividades para los más pequeños, puso en marcha este novedoso servicio de biblioteca hace sólo dos meses. “En principio iba a ser sólo para los niños, pero ya ves, tenemos libros para todo tipo de público”, explica Sánchez, que reconoce todo ello surge cuando se detectan “grandes carencias de lectura en la zona”. Libro a libro, donación a donación de editoriales y vecinos... la biblioteca fue engordando con distintas obras hasta rozar el centenar de títulos. En sus estantes figuran El Quijote, Cien años de soledad, varias obras de Delibes, de Cortázar, libros de autoayuda, del barrio de la Macarena, de la historia de Sevilla y otros más técnicos sobre medicina. No paran de llegar nuevas publicaciones gracias a las aportaciones que estos días están realizando quienes ya han probado la experiencia de leer en un velador. Es el caso de María, una clienta “adicta” a la lectura que no duda en aplaudir esta iniciativa:“Vine un día, conocí lo de los libros y desde entonces estoy enganchada al desayuno”, señala con ironía mientras recuerda lo saludable que resulta abrir un libro:“No hay que olvidar nunca que la riqueza de un país está en la cultura de su gente”. La buena acogida ha hecho que la biblioteca abra prácticamente todo el día y “para todos los públicos”. De hecho, recalcan que los más pequeños se pasan los libros de unos a otros. Para quienes no puedan esperar a la siguiente visita al bar, también está la opción del préstamo, “un servicio sin control” que funciona bien gracias al compromiso de la clientela:“Aquí no apuntamos nada, pero siempre nos los devuelven. Incluso a veces no vienen solos, sino que traen otros libros antiguos que tenían en casa”, apunta el portavoz vecinal. Ello ha permitido que este verano se produjeran imágenes “sorprendentes” en la barriada de Pío XII: “Muchos se han ido de vacaciones con un libro en lugar de con la Playstation”, relatan. El compromiso con este proyecto es tal que los vecinos quieren seguir aumentando los fondos de la biblioteca “hasta donde lo permita el local”, y señalan que están interesados en hacerse con “más obras relacionadas con Sevilla dado el interés que siempre despierta en el barrio”. Una motivación más para seguir en esta aventura literaria que les lleva a servir a la vez cultura y gastronomía:“Nunca imaginábamos algo así. La respuesta ha sido fantástica”, resalta Sánchez. El antecedente sevillano a este caso lo encontramos en la calle Regina, donde recientemente ha abierto La Mercería, un establecimiento que emula los cafés literarios del XIX y XX. Pero ahora en El Tesón los diamantes del desayuno son los libros engarzados a las tazas de café.

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